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Unas primeras impresiones de Uruguay

Desde Montevideo se ve el cielo azul y las estrellas. No sé en cuántas capitales del mundo se apreciarán sin problemas, pero en ninguna me había fijado como aquí. Me sorprendí a mí misma. Pero solo se ven las más grandes me dijo a medio lamento un amigo uruguayo.

Y me mordí la lengua para no decirle que en otras muchas ni siquiera se  ve el sol.

La tranquilidad con la que me recibió Uruguay me pilló desprevenida. Y, sin duda, eso marcaría mis primeras impresiones de Uruguay. Los primeros días en Colonia del Sacramento, Buenos Aires respiraba por cada poro de mi piel. Me sentía cansada, me dolía la garganta y me espantaba tanto silencio. Me sentí aburrida, como si contemplar un pueblo precioso y caminar con calma no fuese suficiente para una quasi urbanita. Me quedaba dormida.

primeras impresiones de Uruguay

El primer día, mientras se hacía la cena, me quedaba literalmente dormida...

Todavía no sé si es que el ritmo de Uruguay me puso en ralentí o que venía debiendo horas de sueño de mi incomprendida y alocada Buenos Aires, pero me sorprendió. En la hora y media que tarda en cruzar el ferry los 60 kilómetros que separan Buenos Aires de Uruguay había pasado de correr y maldecir (sólo un poco) de medio de transporte en medio de transporte y el bullicio de la gente a encontrarme en Colonia del Sacramento, un pueblecito que parece sacado de una novela donde el sonido del claxon te sorprende cada vez por ser algo poco corriente.

tranquilidad uruguay

impresiones de uruguay

primeras impresiones de uruguay 2Las primeras impresiones de Uruguay estuvieron marcadas por la tranquilidad y la hospitalidad. Sin haber dejado una casa de Couchsurfing ya me estaban buscando otro lugar donde yo podría pasar la noche.

Una amiga, un conocido...cualquiera con tal de que te ahorres el hostal...y es que Uruguay es recaro.

Y es que todo es re-caro para los uruguayos, y yo tengo que admitir que no he notado tanto cambio... incluso hay cosas que las vi más caras al otro lado de la frontera (Y espero que no me lea ningún uruguayo, que seguro que me echa la bronca mientras se tira de los pelos...)

Hablando de los uruguayos y las primeras impresiones de Uruguay, me sorprendió que siempre, y digo siempre, caminan con el mate en una mano y el termo en la otra.

Sí, comodísimo. Imagínate.

Que les da igual que sólo vayan a hacer la compra, que lo llevan integrado, y van cebando mate mientras caminan, y les da igual que luego les falten manos para agarrar todas las bolsas. Y venía avisada, pero oye, que me sorprendió. Si algo tiene de bueno es que si quieres preguntar algo reconoces al local inmediatamente.

mate en uruguay

Montevideo no parece una capital. No al menos en su conjunto. Tiene un par de calles más movidas, con más tráfico y más gente, pero el resto es bastante tranquilo. Tiene una costanera infinita que invita a pasear o a cebarte unos mates (o las dos cosas a la vez si eres uruguayo...), un casco viejo muy bohemio y  una gran sensación de seguridad. Se respira calidad de vida, y parece una buena, y bonita, ciudad donde pararse a vivir unos días. O un tiempo. Los coches ceden el paso, la gente camina despacio, pide permiso de forma tranquila y se disculpa si te pega un pisotón. Y sí, sé cómo suena todo esto, pero después de dos semanas en Buenos Aires son cosas que me sorprende vivir en una capital.

ciudad vieja montevideo

El uruguayo, y puestas a generalizar, me recuerda a tu amigo del pueblo, ese tan humilde y bonachón, trabajador y relajado. Parece, al menos, que no tiene maldad. Puede hablar durante horas sin levantar el tono de voz. No le gusta ocupar tu espacio lo que, a veces, puede ser confundido por una española como indiferencia por su presencia. Vive contento, tranquilo y se sabe  afortunado por tanta paz. Quizás son los perfectos para explicarme eso de la vida slow que tanto me cuesta.

montevideo

Pero no sé yo si soy yo mucha chica de pueblo, aunque disfrute acercándome de vez en cuando, bajar las revoluciones y descansar. Disfrutar de la seguridad. Y de la tranquilidad. Creo que soy más del ruido, del empujón en el costado y del ritmo acelerado.

Pero habrá que ir viendo, porque estas son sólo algunas de mis primeras impresiones de Uruguay, y poco a poco me voy sintiendo más cómoda. Y más relajada. Y más agusto. Y cada vez entiendo un poco más de esta filosofía de asado y charla. De no hacer nada, pero vivirlo todo.

2016-03-17T14:01:52+01:00

About the Author:

¡Hola! Soy Patricia. Viajo sola desde 2014, cuando cargando mil miedos en mi mochila dejé mi trabajo en una farmacéutica y me marché al Sudeste asiático sin billete de vuelta. Ya he recorrido sola 4 continentes. Enamorada de viajar sola, lento y a dedo, y luchando por sentirme cada vez más libre, ahora me dedico a animar a otras mujeres a hacer lo mismo siendo cabeza y manos del blog Dejarlo Todo e Irse.

2 Comments

  1. Cuando viví en España, extrañé las estrellas.Es verdad aquí se ven maravillosas.
    Me encanta tu blog.

  2. Annya at 16:06 - Reply

    Pa! Que lindo nena! Si me parece que estoy ahí, en mi querido paisito. Cuando estuve en Punta del diablo el año pasado, me parecía que las estrellas se metían en el mar literalmente! El uruguayo de a pie que no ha salido del pueblo no sabe de ese privilegio. Nunca he vuelto a ver tantas estrellas en ningun sitio como en casa.
    Mil gracias x este post!

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