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Llegando a México: "Bienvenida" a Cancún

Empiezo a entender que los principios de viaje siempre se me hacen lentos. No difíciles, ni complicados. Generalmente todo rueda, todo va bien y se siente bien haber dejado esa mochila  (tan pesada) cargada de miedos, o haber dejado, al menos, parte de ella. Sin embargo, cuando llego a destino me siento lenta, como fuera de forma. Salir del hostal, charlar con la gente, aprender a moverme. Lenta y sin energías. Veo a la gente cargada, con mucha ilusión ¿y yo? algo parada.

Supongo que forma parte del viaje, ese aprendizaje, ese rodaje.

Y esta última vez, llegando a México, no fue ninguna excepción. Ya no sé si es que planeo poco los viajes, que no soy organizada y que siempre, sin querer queriendo, dejo todo para último momento. Que llego sin saber hacia dónde moverme, sin planes establecidos sobre qué quiero hacer, sin saber nada. Ya no sé si será el jet lag. Porque llego cansada y con poca energía, durmiendo, o tumbada, más horas de las que paso en la calle. No sé que será, pero, casualmente, en las  ciudades de llegada pocas veces me siento bien y, será por eso, que pocas veces me gustan.




LLEGANDO A MÉXICO

México me recibió sin problemas, incluso  cuando andaba algo preocupada porque viajaba sin billete de vuelta y es requisito esencial para entrar al país. Traía la misma estrategia que llevé a Brasil (y que funcionó) y al llegar a la comprobación de pasaportes el señor se limitó a sonreírme y estampar una cantidad incontable de sellos.

Cancún me sorpendió con una lluvia tropical de esas que siempre te sorprenden porque nunca las esperas.  Desde el jersey de lana hasta las zapatillas y la ropa interior llegaron goteando al hostal. No era la bienvenida que esperaba, pero hizo que todo mi cuerpo se activase, que me dieran ganas de reír y que ponerme ropa seca me hiciese sentir, en cierto modo, como llegar a casa.

Compartí unas cervezas con un chico andaluz que viajaba a retomar un viaje que hizo hace años y que echaba de menos y, hablando, nos dieron más de la una de la mañana. Tenía mucho sueño, estaba cansada (¡en España estaría amaneciendo y yo no había dormido nada!) y mi cuerpo decidió que era hora de ir a dormir. Me acosté pensando que, quizás así, había ganado la guerra al jet lag.

Me equivoqué.

A las 7 y media de la mañana me desperté como quien ha dormido diez horas, desayuné y despues de trastear un poco en internet y preguntar sobre mis opciones en el hostel salí desde el centro de la ciudad hacia la playa de la zona hotelera.

Cancun desde isla mujeres

El color azul turquesa intenso y la arena más blanca y fina que haya visto jamás no fue suficiente para conseguir que me gustara aquel lugar.  Por supuesto no estaba mal, podía esta mucho peor, pero no me gustó. Pasé un par de horas allí, lo suficiente para saber que necesitaba con urgencia comprarme protector solar y fui a comer al mercado 23, en el corazón de la ciudad.

Me gustó el contraste entre los dos Cancún. El autobús iba dejando atrás los hoteles tan (innecesariamente) ostentosos para ir dando lugar a pequeñas casas algo desarregladas. Me introduje en ese Cancún que desde la zona hotelera te recomiendan que no pises bajo ningún concepto (la misma en la que me alojaba), pero que todavía (en su propio estilo) es turístico y disfruté de una rica comida corrida por 70 pesos.




Sin saber muy bien qué buscaba, quizás un lugar mas tranquilo, bonito y "auténtico" (con lo difícil que es definir eso), fui hasta Isla Mujeres, una isla a escasos kilómetros de Cancún.

Isla mujeres llegando a México

Barco isla mujeres

No se puede negar que sea una isla bonita, que tienen la que se considera una de las mejores playas de México ni que tenga un encanto especial. Allí encontré otro turismo, muchísimos carritos de golf (algo inesperado), tiendas turísticas y mucha fiesta. Quizás fue el hostel, demasiado grande, demasiada gente y con fiesta nocturna en la que no quise participar (o no pude por el cansancio, quién sabe).

Playas isla mujeres

Isla mujeres llegando a mexico

La cosa es que después de caminarme los 8 kilómetros de ida (y los 8 de vuelta) de la isla, de darle una oportunidad a la isla, decidí marcharme después de dos días. Al fin y al cabo, quizás no era el lugar, ni el momento, para mí.

Maya isla mujeres

Y entonces llegué a Puerto Morelos, con su (dicen) turismo de abuelos. Y me encontré. Me gustó, me sentí cómoda, feliz y tranquila. El lugar es suficientemente turístico para sentirte segura, tranquilo como para no sentirte en una manada de turistas pero con suficientes mochileros (¡en particular mochileras que viajan solas!) para no sentirte sola ni alejada de todo, y mantiene las preciosas playas de Isla Mujeres o Cancún, con la suma de que es el mejor lugar para acercarse a la segunda barrera más grande del mundo de arrecife.

Puerto morelos llegando a México

Y así, aquí y ahora, es cuando, por fin, me siento estar llegando a México, sin saber, de nuevo, si es el lugar, mi poca forma viajera o el jet lag.

Pero, y qué más da.

Llegando a México




2018-02-05T03:12:44+01:00

About the Author:

¡Hola! Soy Patricia. Viajo sola desde 2014, cuando cargando mil miedos en mi mochila dejé mi trabajo en una farmacéutica y me marché al Sudeste asiático sin billete de vuelta. Ya he recorrido sola 4 continentes. Enamorada de viajar sola, lento y a dedo, y luchando por sentirme cada vez más libre, ahora me dedico a animar a otras mujeres a hacer lo mismo siendo cabeza y manos del blog Dejarlo Todo e Irse.

8 Comments

  1. Alicia at 21:37 - Reply

    Frizé!!!! Disfruta la vida, ya te encontraras, tienes muuuuucho tiempo!!!!
    No me despedí ni te desee lo mejor en tu viaje, pensaba q te ibas la semana siguiente.
    Desde Iruña envidia de la sana y mis mjores deseos!!!😗😗Ali

    • Patricia at 01:33 - Reply

      Guapaaaa! Muchs gracias.. ya me voy encontrando ya... jejeje. A mi vuelta (cuando sea aue sea jajaja) me paso y te doy un abrazo! Un besote!

  2. Sandra at 11:51 - Reply

    Conozco esa sensación... de no saber el por qué pero sentirte desubicada. Por desgracia la he podido saborear en pocas ocasiones... estoy en ello para largarme una larga temporada! Quizás nos encontremos por ahí, quién sabe!
    Tienes algun post sobre cómo pagas el viajar? Me refiero si trabajas allá donde vas, on-line, o simplemente has ahorrado. Me gustaria leerlo!

  3. Carlos Velando at 09:41 - Reply

    Qua aguas, que envidia

    • Patricia at 01:21 - Reply

      Las aguas de Rivera maya son increíbles Carlos...!

  4. Anónimo at 04:04 - Reply

    Procura tomar vitaminas por si acaso tú cansancio es físico. Eres bella y joven como para romper Mexico completo.

    • Patricia at 01:21 - Reply

      Holaaa! Muchas gracias! Jeje ya estoy mejor! Seguro que fue el cambio de horas... un abrazo! :*

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