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Llegar a Calakmul: las mejores ruinas mayas de Yucatán

- Si de verdad quieres ver algo especial, tienes que llegar a Calakmul,

son las mejores ruinas mayas de Yucatán - me dijo

 

Muchas conversaciones con otros viajeros terminaban en Calakmul. En pocos días, me di cuenta de que Calakmul era un secreto a voces, todavía desconocido, todavía intacto, al que no todos se atrevían a llegar. Porque llegar a Calakmul no sonaba fácil, ni barato, sonaba solitario y sonaba a aventura.

Calakmul sonaba a algo que me apetecía hacer, pero que me generaba dudas, que me distanciaba de lo que, hasta el momento, eran mis planes y que me parecía complicado hacerlo sola, con poco presupuesto y con transporte público. Sin embargo, en el hostel de Campeche, conocía dos viajeros solitarios que venían de allí, y aunque confirmaban las sospechas de que llegar a Calakmul no estaba sencillo, reafirmaban que cada kilómetro merecía la pena.

Y me lancé. Y que comenzase la aventura.

 




CALAKMUL, LAS MEJORES RUINAS MAYAS DE YUCATÁN

Me lo había dicho mucha gente. Sin embargo, pensaba que no sería para tanto. ¿Y eso por qué? ¿Dónde están? ¿Qué tienen? Creo que ya he visto demasiadas ruinas...  (estoy empezando a pensar que mi mente actúa en defensa para después no llevarme grandes decepciones... o, que cuando algo me da un poco de susto, me pongo mil excusas para no hacerlo). Pero todas las veces, todas las voces, me hablaron de selva, de soledad, de magia y animales. De jaguares, pavos ocelados y monos aulladores. De ver algo antes de que se convierta en otra cosa. De ver las mejores ruinas mayas de Yucatán (abiertas al público). Todos me hablaron de una aventura.

Y lo curioso es que, a pesar de lo pretencioso del título, después de quitarme los miedos sobre cómo llegar a Calakmul, dónde dormir y valorar si merecía o no la pena tanto desvío, contesto que sí: creo que  las ruinas de Calakmul, sin duda, son las mejores ruinas mayas de Yucatán. Al menos, las mejores ruinas mayas que yo haya visitado.

cómo llegar a calakmul las mejores ruinas mayas de yucatan

BUSCANDO OPCIONES PARA LLEGAR A CALAKMUL

Como siempre pasa, hay una forma más sencilla de hacer las cosas. Esta forma, siempre, es la opción de pago, la opción más cara. Por supuesto, es posible llegar a Calakmul con un tour, pero, y a decir verdad, nunca (o casi nunca) es mi idea hacer un tour. Así que, sin darle muchas vueltas, desheché la idea y comencé a buscar una forma más económica y, a poder ser, sencilla, de llegar a Calakmul.

Cuando pregunté en la oficina de turismo de Campeche me recomendaron otra opción, la misma que me recomendaban en muchas webs: me hablaron de autobuses ADO en dirección a Chetumal o Cancún y pararme en Xpujil. De allí, lo mejor era tomarme un colectivo turístico que salía temprano en la mañana y me ayudaría a llegar a Calakmul, hasta las ruinas, y volvía después. No me convenció el plan ni el precio (algo más de 250 pesos el autobús y 300 pesos el colectivo), así que tuve que seguir buscando...

Aunque era una opción bastante segura, continué buscando y, finalmente, encontré la opción que me convenció totalmente. No era la más sencilla, pero sí la que más se adecuaba a mi forma de viaje. Para llegar a Calakmul iría hasta Escárcega y de allí tomaría un colectivo hasta Conhuás, un pueblecito pequeño a 3 kilómetros de la entrada a las ruinas. Dormiría allí. Desde la entrada de las ruinas, no me quedaba otra opción que hacer dedo y pedir un aventón para recorrer los últimos 60 kilómetros de selva hasta la entrada del recinto.

A decir verdad, no imaginaba que las ruinas estuviesen tan lejos de la carretera principal ni que esos 60 kilómetros fuesen mala carretera en el interior de la selva (pero ahí tomaba un sentido que el colectivo turístico fuesen 300 pesos), sin embargo y visto que en esos 60 kilómetros lo único que había eran las ruinas no me pareció que fuese difícil conseguir el aventón a pesar de la esperada poca gente que visitase las ruinas. De esta forma, llegar a Calakmul desde Campeche me costaba mucho menos dinero.

De llegar a Calakmul todavía me preocupaban varias cosas como cómo dejar las ruinas sin que se me pasase el último coche, cómo llegar hasta la entrada todavía de noche o dónde dormir en Conhuás. Pero daba igual, ya estaba decidido.

ruinas de calakmul

LLEGAR A CALAKMUL

Al final nada es nunca tan complicado como lo pintan, y mucho menos tanto cómo lo imagina tu mente. Llegar a Calakmul fue largo, divertido y un salir de las rutas establecidas, pero no fue complicado.

Cuando viajo, me gusta intentar hacer paradas en el camino para no hacer trayectos muy largos. Normalmente me sale más barato y, además, me ayuda a conocer un poco más la zona por la que me muevo. Después de hacer una búsqueda en internet y preguntar a todo aquel que conocía un poco la zona, desde Campeche decidí parar en Miguel Colorado antes de llegar a Calakmul. Miguel Colorado es famoso por su Cenote Azul en el que es posible hacer kayak y lanzarse en tirolina cruzando el cenote (sin duda, la gran atracción de la zona). Llegar a Miguel Colorado era salir de las rutas típicas y lo supe en el momento en el que el colectivo me dejó en la carretera principal a 15 kilómetros del pueblo.

Eso sí que no me lo esperaba. Sin darle mucha importancia, dije adiós a la chica de mi lado que vivía en la zona pero nunca había visitado Calakmul, y descendí del colectivo. Conforme cruzaba la carretera, hice dedo al primer coche que pasaba y que casualmente entraba hacia Miguel Colorado, y tuve suerte.

Fue mi primer dedo en México. Echaba de menos hacer dedo. Sé que quizás suena extraño, pero disfruto de esa adrenalina, de ese contacto altruista tan cercano, de ese mezclarte con gente desconocida. Recuperé así, de un aventón, un montón de recuerdos de mi viaje a dedo por Sudamérica.

Me sentí feliz.

Miguel Colorado

Nada más entrar en Miguel Colorado encontré un pequeño camping algo abandonado. Acordé el precio con el dueño, levanté la tienda y recorrí los dos kilómetros hasta el cenote en moto con el encargado del camping.

Me tiraba la sonrisa al verme en aquel pueblecito, sin turistas, moviéndome en moto y disfrutando de los quehaceres de un pueblo que únicamente tiene dos pequeñas tiendecitas y una cantina.

El cenote azul es en realidad un ojo de agua bastante grande, gestionado por el ejido, que te permite comprar un combo de paseo, más kayak más tirolina por 200 pesos. Es muy bonito, de agua verde, y la opción de hacer kayak y tirolina hace que sea algo especial. Como llegué algo tarde, a eso de las tres de la tarde, tuve la suerte de tenerlo totalmente para mí hasta que llegó una pareja, casualmente la misma que me había dejado en el camping.

cenote azul miguel colorado

Cuando ya nos íbamos, a eso de las cinco, y gracias al ojo del chico que trabajaba con los kayaks, pudimos disfrutar del espectáculo que es ver cómo los monos bajan a tomar agua al cenote.

monos cenote miguel colorado

Escárcega

Esa noche mi tienda fue la única del camping. Me acosté pronto debido a que el responsable del camping y dos amigos llegaron al anochecer bastante bebidos, con cuatro litronas más y ganas de conversar a media lengua. Vista la situación, y sintiéndome bastante incómoda, preferí encerrarme en soledad.  Temprano  en la mañana recogí mi tienda y salí a la carretera del pueblo. Aunque tenía ciertas dudas respecto al tráfico del pueblo, apenas 10 minutos después, la primera pick-up que pasó se detuvo y me dejo subir en la parte trasera con 4 personas más. Uno de los chicos se levantó, y a pesar de decirle que no, me prestó su banqueta y se quedó en pie.

llegar a calakmul a dedo

El viento en la cara, la gente a mi lado, el prescindir de autobuses. De nuevo me invadió la felicidad. Al principio creí que se trataba de un Uber rural pero resultó que todos ellos eran familia y tenían visita en el hospital con el abuelito, que estaba bastante enfermo. Finalmente no sólo me llevaron hasta el cruce, sino que me dejaron en Escárcega, justo en frente de los colectivos. Les di las gracias, mis mejores deseos para su abuelito,  y nos despedimos con un abrazo.

Conhuás

Dos horas y media y unas cuantas compras después, salía de Escárcega dirección a Conhuás con el colectivo que debía haber salido al ratito. Escárcega es el lugar perfecto donde comprar todo lo necesario antes de llegar a Calakmul, ya que es más barato y Conhuás es realmente pequeño.

El  propio conductor me solucionó el problema del alojamiento dejándome en Conhuás frente a un camping en la entrada de Balamkú, otras ruinas famosas por su friso. Aunque mi idea inicial era dormir en un camping en el interior de la selva, a 7 kilómetros de la carretera y en dirección a Calakmul, lo desheché por la falta de comodidades y la suma de aventones que se me podían complicar.  El camping "La selva" parecía estar suficientemente bien. Y, lo admito, después de la noche en el camping de Miguel Colorado agradecí la pausada compañía de Lucas y su familia.

acampar en calakmul

Balamkú

Aproveché el resto de tarde para visitar Balamkú, o templo del jaguar. El acceso a las ruinas cuesta 40 pesos y están a tres kilómetros del camping que, con provisiones de agua por el calor, se caminan fácilmente. Balamkú es un calentamiento previo para lo que será Calakmul. No hay gente, tiene unas pequeñas pirámides escalables y, lo más importante, un friso muy bien conservado bastante impresionante.

 friso balamku calakmul




CALAKMUL

Todos coincidían en que tenía que llegar a Calakmul muy temprano. Cuanto antes. Por muchas razones; por lo que hay que ver, por conseguir coche, por aumentar (considerablemente) la posibilidad de ver más animales. Así que, a mí que acampar generalmente me significa acostarme pronto, hizo que a eso de las 9 ya estaría durmiendo.

Me desperté a las 5 y media, desayuné algo y para las 6 de la mañana me puse a caminar los 3 kilómetros que me separaban de la entrada a la carretera que llega a Calakmul. Pero no caminé mucho, hice dedo a un colectivo que se acercaba y me llevó hasta la entrada, disculpándose por no poder llevarme los 60 kilómetros ya que tenía todos los asientos reservados. Fui la primera turista en llegar, así que allí, con algo de frío, esperé a que viniese el resto de turistas en coche.

llegar a calakmul a dedo campeche

Media hora y 5 coches después, me montaba en un taxi con una pareja de franceses que me invitaron, si quería, a regresar con ellos. Rechacé la invitación por no querer cerrarme a horarios pero supe que no sería difícil conseguir un aventón de vuelta. El trayecto de 60 kilómetros se hace algo largo debido al estado de la carretera, pero las posibilidades de ver animales (nosotros vimos pavos ocelados) y las tres paradas para los tres diferentes pagos animan el camino.

POR QUÉ CALAKMUL SON LAS MEJORES RUINAS DE YUCATÁN

Me despedí de los franceses y del taxista e ingresé en el parque. En la entrada me recibió la selva, el camino era estrecho y no veía otros turistas. Me envolvieron los sonidos, los verdes y la soledad. Me sentí feliz. No había venta ambulante, ruidos ni hordas de turistas. Era yo y la selva.

mapa de calakmul

A decir verdad, el yacimiento no está muy bien señalizado y es fácil perderse, pero igual de fácil es encontrarse. En uno de los mapas iniciales, la organización propone 3 rutas: la corta, la media y la larga y, que pese a mi mala comprensión,  es posible (y recomendable) hacer las tres ya que la larga no incluye la media y  viceversa.

No tarde en llegar a la Gran Plaza. De una forma hermosa, la naturaleza interacciona con la historia, formando parte, uniéndose y desligándose, cubriendo las ruinas de árboles. Según me contó Lucas después, dueño de "La selva" y guía turístico, no hace mucho que abrieron este yacimiento porque, hasta el momento, las ruinas habían estado ocultas bajo la maleza, creyendo que éstas eran montañas naturales en vez de pirámides mayas.

pirámides calakmul

Con una pirámide que quería escalar a mi espalda, escuché unos sonidos que me asustaron. Venían de unos 50 metros delante mía y parecían dos jaguares en pelea. Me detuve y se me aceleró el pulso. Entonces vi como un chico, algo por delante mía, se dirigía sin dudas hacia el sonido. Le seguí.  "Si él va ¿por qué no yo?". Con mi corazón a mil llegué al lugar de los ruidos. No se trataba de jaguares pero si de monos que, sobre nuestras cabezas, aullaban tan fuerte y de forma tan amenazante que lo pensé varias veces antes de ponerme a sacar fotos. Pero lo hice.

llegar a calakmul monos aulladores

monos aulladores llegar a calakmul

Las pirámides de Calakmul son escalables y, aunque infinitas y agotadoras , es increíble ascender hasta ellas y poder observar ese mar de 360 grados de selva en (casi) soledad. Allí, desde las alturas, con un bocadillo y unos cacahuetes, pensé en los miedos y en todo lo que perdemos, muchas veces, por escucharlos.

Pasé más de 6 horas caminando por el yacimiento de Calakmul. Ascendí las tres estructuras y me senté, varias veces, a disfrutar de los sonidos. Me sorprendía, a cada rato, de la poca gente, del poder disfrutar de algo así sólo para mí. Nada tenía que ver Calakmul con las ruinas de Tulum, Chichen Itzá o ni siquiera Cobá. Ruinas, fauna e intimidad, es lo que hace que valga la pena las dificultades para llegar a Calakmul, es lo que las hace, sin duda, las mejores ruinas mayas de Yucatán.




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2018-05-02T15:56:49+01:00

About the Author:

¡Hola! Soy Patricia. Viajo sola desde 2014, cuando cargando mil miedos en mi mochila dejé mi trabajo en una farmacéutica y me marché al Sudeste asiático sin billete de vuelta. Ya he recorrido sola 4 continentes. Enamorada de viajar sola, lento y a dedo, y luchando por sentirme cada vez más libre, ahora me dedico a animar a otras mujeres a hacer lo mismo siendo cabeza y manos del blog Dejarlo Todo e Irse.

6 Comments

  1. Anónimo at 15:35 - Reply

    Todo muy bien felicidades por conocer tan bello lugar pero calakmul perece a biosfera natural protegida de Campeche

  2. Anónimo at 04:58 - Reply

    Me encanto leer todo, pero... Calakmul es de campeche... no de yucatan

  3. Maychi at 21:59 - Reply

    Hola, qué padre tu viaje. Pretendo visitar Calakmul en febrero. Pero Calakmul es CAMPECHE, no Yucatan.

    • Patricia at 17:02 - Reply

      Hola Maychi! Sé que Calakmul es Campeche... pero me refería a la península de Yucatán (¡se me alargaba bastante el título!). Pero toda la razón, debería haberlo aclarado. Un abrazo

  4. hola patricia, estuve en Calakmul hace un mes y la verdad que coincido contigo es impresionante. Muy buen relato y sí la carretera para ir al parque es malísima pero muy bonita. Yo fui con un coche alquilado y la verdad es que le echastes un par de narices para llegar como llegaste. Aparte de Calakmul también me encantó Uxmal que hay más gente pero tiene unas construcciones impresionantes. Me encantó México y el Yucatán. Me encanta tu forma de viajar.

    • Patricia at 14:07 - Reply

      Me alegro de que te gustase Calakmul! Para mí son las mejores ruinas que visité! Y sí... la carretera es horrible pero llegar a dedo se me hizo bastante sencillo! Jejeje. Un abrazo enorme!

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