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De Buenos Aires a Ushuaia a dedo; la ruta 3 en solitario

Desde la comodidad de un apartamento de Caballito en Buenos Aires, miré el mapa de Argentina. Quería viajar de Buenos Aires a Ushuaia a dedo, y no tenía ni idea de cómo lo haría. 

¿Sería fácil? ¿peligroso? ¿cuánto tiempo me llevaría? ¿Pasarían coches? ¿camiones? ¿Y si me quedaba "tirada" en mitad de la nada? ¿me saldría más barato tomar un autobús nocturno que pagarme los hostales allá a donde llegase?

Tenía muchas dudas, mariposas en el estómago, pálpitos en el corazón y negaciones en la cabeza.

No tenía ni idea de por dónde empezar, pero sí que sabía (más o menos) qué era lo que quería hacer: Quería bajar de Buenos Aires a Ushuaia a dedo, por la costa, para después subir por la ruta 40 "saltando" entre la Patagonia chilena y la argentina. 

 DE BUENOS AIRES A USHUAIA A DEDO, POR LA RUTA 3

Preguntando aquí y allá me respondieron pronto; si quería moverme de Buenos Aires a Ushuaia a dedo tenía que olvidarme de la Pampa argentina, algo desolada, y tenía que tomar la ruta 3.

Me prometieron que la ruta 3 estaba llena de camiones que recorrían una y otra vez los más de 3000 kilómetros que separan Buenos Aires de Ushuaia, que no sería demasiado complicado, pero que me llevaría días.

saber qué hacer

¡¿Más de 3000 kilómetros?! Pero ¿cuántos días? ¿y dormir? ¿cómo lo haría?  

DIVIDIENDO LA RUTA 3: MIS PARADAS IMPRESCINDIBLES

Tenía que dividirme la ruta, ver en qué ciudades podría detenerme y en las que sería posible encontrar un hostal. La idea de quedarme tirada en mitad de la nada me acobardaba, y la idea de no encontrar hostales en la ruta me aterraba. ¿Y si comenzaba desde Buenos Aires a Ushuaia y "caía" en un pueblo en el que no había alojamiento? ¿Y si lo había pero era muy caro? Mi duda existencial era bastante clara, por la gracia de ir a dedo ¿no acabaría gastando más en hostales caros de lugares no turísticos que lo que gastaría en el billete de autobús? Tenía la tienda de campaña... pero me aterrorizaba el frío, y la idea de acampar sola, claro. 




La verdad es que no parecía fácil empezar. Decidí seguir la ruta 3 y olvidarme de la costa argentina, ya no era verano y viniendo de la costa uruguaya no tenía muchas más ganas de playa. Mi primera parada imprescindible, turísticamente hablando, era Carmen de Patagones, a lado de Viedma, a 900 kilómetros de Buenos Aires, aunque si era afortunada de encontrar un camión que me llevase a Puerto Madryn iría hasta allí.

900 kilómetros es un trayecto muy grande y, para ser sinceras, no creía que fuese capaz hacerlo de un tirón. ¿Qué haría en el interior de Argentina? ¿Encontraría donde dormir? ¿Y si tomaba un autobús o un tren hasta allá?

SALIR DE BUENOS AIRES A DEDO

Pero antes de pensar en llegar a Patagones, al final de la provincia de Buenos Aires, tenía que pensar cómo haría para salir de Buenos Aires. Una gran capital, un monstruo para el mochilero, para la viajera a dedo, para quien mira el mapa desde la comodidad de un apartamento. En mi cabeza existían dos posibles opciones: tomar el tren nocturno a Bahía Blanca o tomar un autobús a la primera ciudad de la ruta 3 ¿Cuál era la mejor opción para mí?

Tren a Bahía Blanca

Tomar el tren desde Buenos Aires a Bahía Blanca es una opción muy utilizada por los mochileros. Viajar en tren es barato, es un tren nocturno y le das un buen mordisco al norte de Argentina. Llegas por la mañana, con altas posibilidades de poder realizar a dedo los 280 kilómetros que te separan de Carmen de Patagones. La opción no me convenció. El tren no salía todos los días, seguía siendo bastante caro para lo que yo quería gastar y, para qué negarlo, me quitaba un trozo de Argentina que quería conocer (aunque fuese sobre la cabina de un camión).

Autobús a la ruta 3; San Miguel del Monte 

Leyendo un poquito por internet, leí la posibilidad de tomar un autobús que te sacase de Buenos Aires por la ruta 3, una vez allí, toda era empezar a hacer dedo. Diferentes personas hablaban de la opción de viajar hasta Azul, pero mirando el mapa y cotilleando esta página de horarios de autobuses, decidí que yo viajaría hasta San Miguel del Monte, unos kilómetros antes, siendo el primer pueblo fuera de la metrópolis en la ruta 3. Había varios autobuses en el día, costaba 90 pesos y me dejaba ya en la ruta.

Ahora sí, por fin, tenía un plan.




DORMIR EN LA RUTA 3

El autobús se retrasó y, mientras estaba algo preocupada sobre dónde dormiría porque ya el primer día se me hacía tarde para avanzar en mi camino, conocí a Blanca, una señora de 76 años que vivía su segunda juventud viajando de un lado a otro con su antiguo novio de la infancia. Dicen que no hay mal que por bien no venga y, además de disfrutar de una charla entretenida durante el camino (y calmar un poco mis nervios), me dio su teléfono por si necesitaba cualquier cosa. Su casa no estaba en la ruta 3 pero ¡ una nunca sabe!

San Miguel del Monte me sorprendió. Era un pueblo del interior, con cierto encanto por su tamaño y su autenticidad. En un bar que hacía las veces de tienda y restaurante donde cuatro señores jugaban al truco mientras me miraban divertidos por el rabillo del ojo, compré un poquito de queso, de jamón y un par de panes pequeños. El señor, con mucho cariño y algo de curiosidad, me preparó él mismo los bocadillos, se tomó la libertad de calentarlos y me hizo un muy buen precio tras desearme mucha suerte en mi aventura. La cosa empezaba bien.

Con el teléfono en una mano, el bocadillo en la otra y casi sin haber extendido el pulgar, paró el primer camión. ¿Sería así de fácil toda la ruta 3?

LA SUERTE DE MI LADO: OLAVARRÍA

El segundo camión que me paró me comentó que iba hasta Olavarría. No estaba en la ruta 3, pero muchos camiones se desviaban por allí para ganar unos kilómetros, y siempre me quedaba la opción de quedarme en Azul e intentar seguir desde allí. Según calculaba, llegaríamos a Olavarría sobre las 7 y media, ya de noche, y ¡clin! es ahí donde la suerte se puso de mi lado. Blanca, la amable señora del autobús no era de otro lugar si no de Olavarría. Automáticamente la llamé y le expliqué mi situación. Blanca no sólo aceptó recibirme, si no que se alegró muchísimo, compartimos una cena increíble y me propuso quedarme más días en su casa.

ruta 3 olavarria

COMPARTIENDO HOSTAL CON MI CONDUCTOR: VIEDMA

Viendo que las cosas no serían tan rápidas como pensaba en mi bajada de Buenos Aires a Ushuaia a dedo, me propuse un objetivo más realista; aunque quería llegar hasta Viedma, intentaría llegar hasta Bahía Blanca.

Al momento en el que Diego, un camionero que incluso detuvo el camión para que pudiese echar una foto en la Sierra de la Ventana, me dejaba en la estación de servicio me recogían Roqui y Fede, dos chicos jóvenes de la Pampa. Esperé tan poco que Diego pudo saludarlos y alegrarse de mi suerte y, de paso, controlar un poco con quién me marchaba. Y es que resulta que en casi todos los camioneros he detectado cierto trato paternal... Entre risas que, sólo al principio, me generaron cierta desconfianza, me confirmaron que no sólo iban a Bahía Blanca si no que llegarían hasta Viedma.

buenos aires a ushuaia a dedo

Resultaron ser unos muy buenos chicos, y cuando llegamos de noche tras un trayecto bastante largo de camión hasta el hotel donde ellos se alojaban y, viendo que el tema del alojamiento me tenía algo preocupada, me prometieron que encontraríamos una buena opción para mí. Una vez allá, los precios de su hotel se escapaban mucho de mi presupuesto y hablando con el dueño, y muy amablemente, me propusieron compartir una habitación triple con ellos y que yo sólo pagase el suplemento.

Al día siguiente, cuando ellos se fueron a trabajar, yo agarré mi mochila y me fui a visitar la ciudad de Carmen de Patagones.

patagones

COUCHSURFING EN LAS GRUTAS

Con la suerte de haber encontrado Couch en Las grutas decidí que era un buen lugar para hacer una paradita en mi bajada de Buenos Aires a Ushuaia a dedo y respirar un poco. Por fin un día de poca carretera, de turismo, charlas, pescado y mate.

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DESTINO TURÍSTICO ¡AL FIN!: PUERTO MADRYN

Nada más montarme en el camión de Fernando se colocó él mismo el título de mejor camionero de la Ruta 3, y probablemente lo fue. Conectamos bien, nos entendimos y puesto que acababa con su encargo en Trelew, me propuso ir juntos hasta Gaiman, la ciudad galesa, hacer un poco de turismo y llevarme de vuelta (ya que él también volvía) hasta el interior de Puerto Madryn.

Compartimos comida, me dejó dormir una siesta mientras descargaba, me consiguió galletas de la fábrica donde él hacía la entrega, visitamos Gaiman y, tal como prometió, me llevó hasta el centro de Puerto Madryn y me ayudó a buscar hostal.

Admito que llegar a un destino turístico con un hostal para mochileros, con otros mochileros y con ciertas comodidades me sentó (muy) bien.

DURMIENDO CON UN CAMIONERO: SAN JULIÁN

Si hay una situación que marcó mis andanzas desde Buenos Aires a Ushuaia a dedo por la ruta 3 es seguramente el viaje que viví desde Puerto Madryn hasta Río Gallegos.

El autostop más largo (más de 1200 kilómetros), el más incómodo y el que compartí cabina con el camionero que me llevaba. No voy a entrar a explicar aquí toda la historia (esa va para el libro que un día escribiré) pero, entre otras muchas cosas, aprendí que es posible dormir en la cabina de un camión, que no suele importarles y que bajando los dos asientos y poniendo tu esterilla en el centro se crea una cama bastante aceptable.

VIAJANDO EN FURGONETA CON TURISTAS: DURMIENDO EN LA FRONTERA 

Después de tanto camión y de un trayecto tan largo con un camionero se iluminó mi cara cuando vi una furgoneta Volkswagen antigua, con una frase viajera y una chica china saliendo de ella. Me dije "esto es lo que necesitas" y le pedí una plaza.

de buenos aires a ushuaia a dedo ruta 3

Viajaba con su novio argentino, vivían en China y habían venido de vacaciones. Aunque algo apretados y con algo de frío (nadie dijo que ser moderno era fácil) disfruté de lo que es viajar con turistas. Paradas fotográficas, ritmo relajado y escapadas a lugares (poco) turísticos cercanos. La noche de mi cumpleaños nos pilló en la frontera de San Sebastián, que estaba cerrada, cenamos acompañados de vino, aprendí que en China beben juntos al grito de Lalalaiiii y, gracias a que ellos me invitaron a cenar, me permití el lujo de pagarme una habitación caliente y con agua caliente (algo cara) como regalo de cumpleaños.

Con ellos llegué a Ushuaia. Lo había conseguido, había bajado de Buenos Aires a Ushuaia a dedo, en 8 días, con un gasto total de 890 pesos, sin tener en cuenta los gastos turísticos que tuve en Puerto Pirámides, en la Península de Valdés, cerca de Puerto Madryn, donde me quedé 2 noches, y teniendo en cuenta el capricho de la frontera (400 pesos).

fin ruta 3

Viajar de Buenos Aires a Ushuaia a dedo me salió más barato, pero lo más importante, disfruté el viaje, conocí más y viví más. Así que sí, si estás dudando, lánzate. ¡Es toda una aventura!

2016-05-20T17:31:14+01:00

About the Author:

¡Hola! Soy Patricia. Viajo sola desde 2014, cuando cargando mil miedos en mi mochila dejé mi trabajo en una farmacéutica y me marché al Sudeste asiático sin billete de vuelta. Ya he recorrido sola 4 continentes. Enamorada de viajar sola, lento y a dedo, y luchando por sentirme cada vez más libre, ahora me dedico a animar a otras mujeres a hacer lo mismo siendo cabeza y manos del blog Dejarlo Todo e Irse.

11 Comments

  1. macarena at 16:04 - Reply

    Buenas! Saben si es posible volver de ushuaia a al menos hasta comodoro rivadavia a dedo? Voy a ir a mediados de agosto y quisiera volver a dedo ese tramo pero me da miedo el frio y no saber como se pasa por el estrecho que une al continente. Agradeceria algun consejito. Gracias!!!

    • Patricia at 13:47 - Reply

      Hoola!!! El estrecho lo pasarás con la persona que te esté llevando en ese momento. A mí en particular me cerraron el paso por oleaje, pero mi conductor fue majisimo y pude dormir en la cabina (y él en su cama en la parte de atrás). Nadie que te lleve te dejaría tirada allí 😉

      • macarena at 01:13 - Reply

        Muchas gracias por la info Patricia!

  2. Maria at 17:10 - Reply

    Me he quedado de piedra. Me encanta. Estoy en Atlantida y busco compañeroa de viaje para subir a Rocha y luego... Bajar a Ushuaia y subir hasta Santiago...
    Me vine de Barcelona para esto y te acabo de encontrar.
    Me encanta. Gracias por compartirlo.
    Maria

    • Patricia at 13:34 - Reply

      Gracias a ti María! Mucho ánimo con tu viaje, que seguro va de maravilla. Yo disfruté muchísimo ese viaje a dedo por el sur de Sudamérica. Un abrazo!

    • Cande at 22:05 - Reply

      Hey estoy planeando viajar estoy en Montevideo candeparadam@gmail.com

  3. ALFONSO RODRIGUEZ at 15:53 - Reply

    hola patricia, antes que nada te felicito por ser esta mujer que prende fuego a muchos de nuestros sueños de viajar... te cuento que decidì viajar a ushuaia y salgo este marzo en un aviòn solo ida hasta ushuaia y el regreso es tipo mochilero.... el viaje esta del carajo, si me regalas algunos tips para tener en cuenta en cuanto a hospedaje de mochilero o carpa en ushuaia y las actividades a realizar con el mínimo gasto, ademas al regreso desde ushuaia que debo tener en cuenta para minimizar los gastos... gracias por tus concejos basados en experiencias

    • Patricia at 00:48 - Reply

      Hola Alfonso! El estilo mochilero en Ushuaia está complicado porque es una ciudad cara! De todas formas, creo, si no recuerdo mal, encuentras los hostels más baratos por 300 pesos. También acampé un día en el parque Nacional Lapataia, pero está cara la entrada y está lejos del centro...
      Para volver? Yo volví a dedo ¡la pura aventura mochilera! Jejeje si no, hay autobuses que conectan todas las ciudades de la ruta 40 ( que es la que deberías tomar porqie es precioso todo lo que depara...)

      Un abrazo!

  4. Lucas at 23:24 - Reply

    Hola Patricia! bueno, me sentí muy identificado con el tema de los nervios, soy de Buenos Aires y solo una vez salí de la provincia para ir a Córdoba, no fue de mochila, pero ésta vez quiero irme de ésta manera. Haber leído lo que pusiste me tranquilizó un poco, ya que veo que te pasaron las mismas cosas por la cabeza. Supongo que mucho de lo que pensamos es producto de la ansiedad, de un destino incierto, de un viaje medio planificado medio al azar. Mi destino sería recorrer la patagonia, o lo que pueda. Voy con unos mangos nomás, apenas para el viaje, supongo que voy a tener que confiar en mis manos (me da un poquito de miedo por ser bichito de ciudad). Así que nada, muchas gracias por haber escrito ésto, me sirvió bastante!. Un abrazo enorme y espero que sigas conociendo el mundo entero!

  5. Nior Jara at 10:14 - Reply

    Hola Patricia.
    Soy Nior de Perú. Hoy encontré tu blog, motivado por unas ganas de dejar mi trabajo, un descanso en mis estudios y viajar. Hace tres años retorné de una misión con fines proselitistas religiosos, precisamente del lugar que hablas en este blog. La patagonia es mi segundo hogar. Que bueno que la hayas visitado! Me encantó imaginar esos lugares, Madryn, Gaiman, Ushuaia, tan especiales para mi.
    Espero tener el valor para poder hacer algo diferente y trascendental con mi vida, a menos que algo pase y pueda obtener mi ansiada beca para terminar mi carrera en los EUA, lo cual también sería trascental de una u otra forma, pero ese sueño lo veo lejano a pesar de haber ahorrado tanto para poder lograrlo. No sé que tiene el futuro para mi, pero sin duda, espero atreverme y hacer lo que deba hacer. Me encantó leer algunos de tus blogs, he leído tus aventuras en Uruguay, Bolivia y Argentina, no me imagino lo que será Europa! Seguiré pasando por acá.
    Éxitos y por favor sigue realizando tus sueños.

    • Patricia at 10:34 - Reply

      Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo Nior! Ánimo con tus proyectos y sueños, estoy segura de que los conseguirás! 😀 Un abrazo

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