Lo admito: antes de viajar a Eslovaquia no tenía ni idea del país. Sabía que comenzaría a visitarlo por su capital, Bratislava, que era de lo poco (si no lo único) eslovaco que conocía. Estando en Viena, ciudad donde empecé este viaje en solitario por Europa sin billete de vuelta, antes de cambiar de capital me preguntaba ¿habrá algo allí? ¿me merecerá la pena viajar a Eslovaquia?

Y, spoiler, me mereció.

Viajé a Eslovaquia sin ideas preconcebidas, con la mentalidad totalmente abierta y sin grandes expectativas, sin fechas marcadas, tiempos ni planes. Y viajando así es muy fácil sorprenderte. Tanto que terminé quedándome más de dos semanas.

Por eso he decidido escribir este artículo. Porque si, como yo, estás pensando viajar a Eslovaquia y andas algo perdida, aquí te cuento lo básico que debes saber antes de viajar a Eslovaquia, porqué me gustó, qué presupuesto esperar, qué lugares visité yo y cuáles fueron, en mi opinión, los más bonitos y que no te deberías perder.

Se viene un artículo largo, pero muy útil (sobre todo si estás pensando en viajar a Eslovaquia) y con muchas fotos.

Iglesia en la ciudad de Presov

SENSACIONES GENERALES TRAS VIAJAR A ESLOVAQUIA

Sin saber prácticamente nada del país antes de viajar a Eslovaquia, sin planificar y moviéndome por las recomendaciones que iba recibiendo así como lo que iba leyendo, terminé por quedarme más de dos semanas en este país. Algo tiene que me atrapó; quizás una calma inaudita, unos bosques que respiran y mucha paz.

Todas sus ciudades, si soy sincera, son bastante iguales. En general, tienen un río que las cruza y centros históricos pequeños y coloridos con una iglesia en el centro de la plaza. El país es pequeño, las distancias entre ciudades son cortas y hay poco turismo, sobre todo extranjero, de hecho en muchos lugares sentí que era de las pocas extranjeras que se decidían a viajar a Eslovaquia (y sumergirse un poco en ella).

Centro histórico de Kosice

Las comidas son pesadas, comienzan siempre con una sopa, su base es la patata y, a veces, se acompaña con leche. Los eslovacos son fríos de inicio, no se abrazan ni besan cuando se encuentran ni cuando se despiden, pero una vez comienzas a conocerlos, te das cuenta de que tienen un gran sentido del humor y de que les gusta conversar. Su idioma es de locos y, aunque lo intenté, no pude llevarme más que unas pocas frases ante las cuales siempre les sale una sonrisa (tímida, las cosas como son..). Las generaciones mayores no hablan inglés pero pueden defenderse más o menos en alemán mientras que los jóvenes hablan mejor que muchos españoles, sobre todo en las ciudades.

Un plato típico eslovaco; con mucha patata, panceta, sauerkraut y leche

DATOS DE INTERÉS ANTES DE VIAJAR A ESLOVAQUIA

En Eslovaquia se habla eslovaco, utilizan el euro y, como parte de la Unión Europea, los españoles podemos movernos tranquilamente a base de DNI sin necesidad de visado ni pasaporte.

Como tal es un país joven, desde 1993, cuando Checoslovaquia (entonces federal) se dividió en ésta y en República Checa. Ambos países mantienen buena relación, sus idiomas son parecidos (pueden entenderse) y es muy sencillo encontrar en Eslovaquia muchos productos checos (queridos como si fueran eslovacos). A decir verdad, el sentimiento general que me he encontrado es que los eslovacos nunca pensaron ni votaron el separarse.

SEGURIDAD PARA VIAJAR A ESLOVAQUIA SOLA

Eslovaquia es un país muy seguro y tranquilo. Los eslovacos son muy respetuosos y pecan, en todo caso, por ser demasiado fríos.

En ningún momento sentí miedo o necesidad de andarme con demasiado cuidado tanto en lo personal como en lo material. De hecho, y me pareció sorprendente, uno de mis couchsurfers ni siquiera cerraba la puerta de su casa con cerrojo.

MOCHILEAR EN ESLOVAQUIA

Como decía antes, viajar a Eslovaquia no está de moda y es complicado ver turistas extranjeros viajando por el país (a excepción de Bratislava). Por lo tanto, tampoco es un país demasiado mochilero. Esto quiere decir que no es fácil encontrarse con otras personas con el mismo estilo de vida que yo, que es un viaje más solitario, que no hay hostales con habitaciones compartidas en todas las ciudades y que, por tanto, el presupuesto sube.

Uno de los característicos edificios de la Unión soviética en Kosice

PRESUPUESTO PARA UN VIAJE POR ESLOVAQUIA

Eslovaquia es, en general, más barato que España y, sin duda, mucho más barato que Viena.

Los lugares turísticos suelen ser gratuitos o tienen un coste cercano a los dos euros, comer puede resultar barato y el transporte (como son distancias cortas) también se hace relativamente barato. Pero si algo tiene extraño (y caro) Eslovaquia es que el alojamiento está muy por encima de precio de lo que debería si lo comparamos con otro tipo de gastos.

Si eres estudiante ¡trae tu carné de estudiante! Viajar a Eslovaquia es mucho más barato con él, desde autobuses gratuitos y entradas a museos con descuento hasta no pagar la tasa de turismo en los hostales.

Aquí te cuento, por apartados y con más detalle, sobre las diferentes partes en las que se va el presupuesto al viajar a Eslovaquia.

DORMIR EN ESLOVAQUIA

Eslovaquia no es un lugar demasiado mochilero por lo que no es tan común como en otros países encontrar hostales con habitación compartida. Cuando se encuentran, estos no son tan baratos como cabría imaginar ( y como me gustaría) pero suelen ser limpios, completos y con cocina equipada. Rondan de unos 12-20 euros, lo que para tratarse de una cama y no una habitación es bastante. Razón por la cual no haya tirado mucho de hostales en este viaje. En Bratislava me quedé en el Hostel Blues, un hostal que calidad- precio me pareció muy bien, pero que el fin de semana subía su precio.

Hay que tener en cuenta que el alojamiento en Eslovaquia tiene una tasa de 1'70 euros por persona y noche (y que en muchos casos no lo incluyen en la reserva del alojamiento). No lo pagarás si eres estudiante (y puedes demostrarlo).

Como los precios de los hostales se me estaban comiendo literalmente el presupuesto comencé con Couchsurfing. El couchsurfing en Eslovaquia funciona bastante bien: al no haber demasiados extranjeros, la gente que está en la red parece bastante abierta a conectar y hospedar.  De siete destinos donde me he detenido a dormir, tres han sido vía Couchsurfing. Algunos han reclinado mis solicitudes pero, en la mayoría de los casos, siempre me han escrito con la excusa pertinente. También uno de ellos me falló, no tuve respuesta de él hasta entrada la noche, cuando yo ya estaba en un Airbnb.

Tri Piva

También en este viaje estoy tirando de Airbnb. La verdad es que en Eslovaquia a menudo es más barato que los hoteles y que los hostales y en muchas ocasiones se trata de un pequeño apartamento al completo. En el caso de ir dos personas o más, te recomiendo altamente que eches un vistazo. (Si no lo has probado todavía, aquí te hablé de mi opinión respecto Airbnb, con sus cosas buenas y malas, y en este enlace, si te haces cuenta, te regalo 25 euros para tu primera experiencia).

MOVERSE EN TRANSPORTE PÚBLICO EN ESLOVAQUIA

Eslovaquia está bastante bien conectado por transporte público sobre todo entre las ciudades más grandes. Si hablamos de pueblecitos más pequeños es otro cantar (pero similar a lo que pasa en España).

El tren es más barato que el autobús aunque suele conllevar más retrasos. Tomar un tren regional es toda una experiencia y los reconocerás de forma sencilla por el ruido que hacen al frenar que está cerca de dejarte sorda.

La página cp.sk , aunque está en eslovaco, es bastante intuitiva y me ha salvado bastantes veces ya que te dice la mejor ruta (autobús o tren), el tiempo y la hora.

Respecto a los autobuses, aunque nos resuene más el nombre Flixbus, en Eslovaquia te recomiendo los Regiojet. Salen al mismo precio pero son mucho más amables, te ofrecen auriculares, prensa y hasta un café (gratuito) una vez en el autobús. Viajar con ellos fue una muy buena experiencia, al contrario que con Flixbus, que me trataron bastante mal y aumentaron el precio en último momento al comprarlo directamente al conductor.

El precio del trayecto por los 60 km está entre los 3,5 euros y los 5 euros, mientras que el precio del autobús urbano funciona respecto al tiempo que pasarás en el autobús; pudiendo ser desde 0'45 euros a 0'9.

En Eslovaquia dicen que funciona bastante bien Blablacar. Además, allí, no como en España, el pago se hace directamente al conductor, no a través de la web, no tiene comisión y pasan a buscarte cerca de donde te estés alojando. Lo complicado puede ser comunicarte y hay que tener en cuenta que si tienes descargada la App española no funcionará correctamente en Eslovaquia por lo que tendrás que entrar en la web eslovaca. Yo intenté hacerlo una vez y el chico me ignoró, así que terminé yendo en autobús. La segunda vez el señor me dejó a 5 kilómetros del centro de mi destino y le importó poco que fue extranjera, que no hablase el idioma ni que no llevase florines (llegaba a Hungría), así que lo recomiendo poco.

Hice tres veces autostop, ambas para una distancia corta. En una de ellas un coche se detuvo pero no iba en mi dirección, por lo que al final acabé caminando la distancia a recorrer, mientras que en la segunda se detuvo un coche con un chico que me llevó durante los 15 kilómetros que me separaban de mi destino. El chico no hablaba inglés y nos comunicamos a través del Google Translator, por lo que, por no poder compartir, el viaje se me hizo algo pesado e incómodo. La tercera vez iba con uno de mis couchsurfers por lo que no hubo problemas de comunicación a pesar de resultarme tan difícil no poder participar en la conversación.

COMER EN ESLOVAQUIA

Como decía arriba, los eslovacos siempre comen sopa de primero y su dieta es pesada y basada en patata. A veces lo acompañan con leche amarga, limonada o kofola (una cocacola eslovaca muy apreciada)

Uno de sus platos más tradicionales son los Halusky, una pasta de patata hervida a la que después le añaden un queso de oveja de sabor fuerte (Bryndza), crema y panceta frita.

Los halusky tradicionalmente se comen con cuchara de madera

Para comer típico y, en general, barato te recomiendo las Koliba. Muchas de ellas tienen un menú diario (en el que incluyen la sopa) por algo más de cuatro euros (bebida aparte). Tendrás que preguntar para asegurarte. Si no, lo común es que un plato de comida ronde los 5 euros. Verás que como curiosidad ¡todos los platos vienen definidos con los gramos que lleva de cada ingrediente!

Como dato feliz, la cerveza es baratísima y se bebe de a medio litro. Se clasifican por su marca así como por su graduación alcohólica. Medio litro, en una Koliba, cuesta alrededor de 1'70, pero en bares puede estar desde 1'10.

LUGARES QUE VISITAR AL VIAJAR A ESLOVAQUIA

Me repito si digo que me sorprendió, pero es que realmente me llevé una gran sorpresa al viajar a Eslovaquia. Ciudades pequeñas y tranquilas, trekkings únicos y montañas a media hora de una ciudad cercana. Una tranquilidad y tan poco turismo que ni si quiera se notó la Semana Santa (un poco por los precios, pero nada más).

Foto de mi trekking al castillo de Devin, cerca de Bratislava

Hice noche en siete lugares diferentes y de allí, en algunos casos, me moví a diferentes lugares. Aquí pongo un mapa de mis paradas y algunas de las visitas, si pinchas en este enlace, puedes ir a mi página de Google Maps que he creado especialmente para ti para que mires con más detalle y decidas si viajar a Eslovaquia o a dónde.

Aunque no me gustan las listas me he dado cuenta de que, en el fondo, cuando busco información como el artículo que estoy escribiendo lo que busco es una lista... así que a ello voy. Además, he decidido mojarme y poner el nombre de los lugares que yo visité en orden de preferencia. Por supuesto, hubo lugares que no visité y que, por tanto, no aparecerán en la lista, si conoces alguno, lo visitaste y te gustó te invito a dejar un comentario con la propuesta (y a que le pongas un número en la lista ;D )

En el pueblo de Hronsek, cerca de Banská Bystrica

Razón 1 para viajar a Eslovaquia: Parque nacional del Paraíso eslovaco, trekking Sucha Bela

El trekking de Sucha Bela me enamoró y, por tanto, se lleva mi primer puesto en este viajar a Eslovaquia. Es un trekking de unas dos horas de paseo, escalada y malabares sobre el cauce de un río y las gargantas que éste ha creado en la piedra. Se camina sobre troncos, escaleras infinitas, cascadas y alguna placa metálica que hacen posible el ascenso. Una vez arriba, se puede elegir si descender por uno de los recorridos para bicis (yo hice el amarillo y después el rojo) o bajar por el camino para coches a la derecha de la llegada. En total, deberías calcularle unas cuatro horas.

La ciudad más cercana para llegar es Poprad, pero como verás después, esta ciudad se lleva el último puesta en la lista de lo visitado, así que te recomendaría buscar un pueblecito cercano con más encanto o, bien, acampar en el mismo parque.

Para llegar, hay que ir hasta Hrabusice y de allí caminar (2 kilómetros), o ir en coche, hasta Podlesok. La entrada cuesta 1,5 euros y aparcar el coche 3. No es recomendable para niños, gente con vértigo ni perros. Te recomiendo, fervientemente, botas de monte o waterproof, si no es posible, llévate otro par de calcetines (terminarás mojándote). Hay restaurantes en Podlesok, pero te recomiendo llevarte un bocadillito para el camino.

Razón 2 para viajar a Eslovaquia: Košice

A pesar de ser la última ciudad de Eslovaquia que visité, la más al este y más cercana a Hungría, consiguió sorprenderme. Esta ciudad tiene un centro histórico precioso, con (seguramente) la catedral más impresionante del país. Es una ciudad universitaria y bastante joven, con bares y restaurantes bonitos donde comer algo o tomarse unas cervezas y perfecta para observar el contraste de edificios previos y posteriores a la ocupación soviética.

En sus alrededores puedes encontrar diferentes trekkings de un día, como el que hice yo a Sivec para el cual tendrás que descender en la parada de tren Rucín y seguir las marcas amarillas. Además, esta región, es la región más al este cercana con Hungría y es conocida por su denominación vinícola Tokaj, por lo que puede ser una visita interesante (aunque yo decidí visitarla desde Hungría).

Vistas desde Sivec

Si has decidido viajar a Eslovaquia con coche, Košice puede ser un buen punto de base para visitar el este de Eslovaquia, incluyendo los altos Tatra.

Razón 3 para viajar a Eslovaquia: El bajo Tatra: Ziarska Chata e Iglesia de Santa María

Esta zona, con los bajo Tatra de fondo, es preciosa y desde aquí si tienes el tiempo pueden hacerse muchas excursiones o trekkings de un día.  Yo hice dos excursiones y las dos me gustaron mucho: caminé hasta Ziarska Chata, un refugio de montaña en los Tatra y fui hasta la iglesia Santa María en el Liptovská Mara, desde donde tuve unas vistas maravillosas del lago con los Bajo Tatra detrás.

La ciudad más grande en los alrededores es Liptovsky Mikulas que, particularmente, no me apasionó. Como ciudades a visitar en Eslovaquia, Košice, Banská Bystrica o Présov me parecieron mucho más bonitas pero no tienen ese telón de montañas altas y blancas de fondo. Por precio, yo me alojé en un Airbnb de Zavaná Poruba, a unos 6 kilómetros de Mikulas. No está muy bien comunicado con el transporte público, sobre todo a la mañana, pero tuve un apartamento completo por 14 euros.

Ziarska Chata

Es un trekking sencillo de 5 kilómetros que se alarga un poco al no tener coche y tener que moverte en transporte público. El trekking es una continua subida que va introduciéndose en los Trata. La caminata, no tan espectacular al principio, va convirtiéndose en un camino hermoso entre montañas de cumbres nevadas hasta llegar al refugio.

En abril, la mitad del camino continuaba nevado, lo que complica un poco el paseo pero también lo embellece. A pesar de esto, la nieve es dura, no te hundes, y hay más personas realizando el trekking con las que te encuentras al final del camino en el refugio, donde sirven cerveza y una sopa que todavía me arrepiento de no haberla pedido. Eso sí, el trato del dueño fue bastante desagradable, cosa que se te olvida con las vistas.

De allí hay unas cataratas a unos diez minutos pero a las que yo decidí no ir.

Desde Liptovsky Mikulas hay que tomar un autobús hasta Ziar y bajarte en la última parada. De allí se camina por el único sendero hasta llegar a un parking y de ese parking simplemente hay que continuar todo recto. En un momento dado el camino se separa en dos, es indiferente cuál de los dos tomes, ya que los dos terminan por unirse.

Iglesia Santa María en Liptovská Mara

Conforme pasaba con el autobús dirección Liptovsky Mikulas, vi una vista del lago Liptovská Mara con los Tatra detrás que me enamoró. Hablando en semi inglés con un chico eslovaco en el refugio de Ziarska, le pregunté sobre cómo conseguir llegar allá y no sólo me dio la respuesta, sino que me recomendó la iglesia de Santa María así como el museo al aire libre de Havranok. Fue un acierto, me encantó la tranquilidad del lago, los bajo Tatra detrás camuflados entre las montañas y ese sol tímido que asomó durante unos minutos, así como esa torre de lo que fue una iglesia de un blanco que contrastaba con el azul del lago y combinaba con la nieve.

Para llegar hasta allí tuve que tomar un tren desde Liptovsky Mikulas hasta Liptovsky Vlachy y de allí caminar tres kilómetros hasta el lago.

Razón 4 para viajar a Eslovaquia: Banska Bystrica

A veces se hace difícil separar lo que es bonito de las emociones, experiencias y recuerdos. Y, sinceramente, no sé si éste es el caso o no de Banská Bystrica, pero, por el buen tiempo tenido allí, no puedo darle menos del cuarto puesto. Y es que es de esos lugares en los que todo se da, lo pasas bien, la ciudad es bonita y vives momentos muy especiales.

Allí me alojó en Couchsurfing un chico increíble que me cedió su habitación con una terraza y unas vistas espectaculares, fuimos al hockey sobre hielo, al baloncesto femenino y cocinamos halusky. Tomamos cerveza, comimos pizza y reímos mucho. Caminamos de noche hasta el Calvario y ahí, con el silencio de la noche (sólo roto por un tren ruidoso) nos tomamos una cerveza.

Banská tiene una vibra bonita, que es de esas cosas que no se pueden medir, pero que una siente. Y, sólo por eso, merece la pena llegarse hasta allí. Si sois de las que hacéis couchsurfing, echad un vistazo y buscad a Jakub (podéis ser tan afortunadas como yo).

Desde Banská Bystrica hice dos escapadas de un día, una a Donovaly (explicada más abajo) y otra hasta Hronsek, un pequeño pueblo donde hay una catedral totalmente de madera Patrimonio de la Unesco. Si estás en Banská Bystrica merece la pena.

Razón 5 para viajar a Eslovaquia:  Bardejov

Bardejov fue el único nombre que salió de la boca de mi hermano cuando hablamos de Eslovaquia. Es un pueblo amurallado chiquito, de casas coloridas y está cerca de la frontera con Polonia.  Tiene varias iglesias, pero la de la plaza principal es especialmente bonita.

Es objetivamente bonito aunque serás tú quien decida si te merece la pena llegar hasta allí ya que, además de pasearlo, no hay mucho más para hacer (y se pasea rápido).

Razón 6 para viajar a Eslovaquia: Bratislava

Ya escribí que me gustó Bratislava. Me parece una capital pequeña, tranquila y encantadora en la que se respira paz. Además tiene un casco antiguo bonito, un castillo en lo alto de una montaña y una iglesia totalmente azul.

Además, tiene la bonita opción de hacer un sencillo trekking al castillo de Devin.

Razón 7 para viajar a Eslovaquia: Presov

Probablemente, como ciudad una de las más bonita de todas en las que he estado en Eslovaquia. Sin embargo, como ya he dicho al principio, las ciudades de Eslovaquia son todas bastante similares y, una vez vistas unas cuantas, empiezan a no sorprenderte. Creo que eso me pasó con Presov, y es que fue la penúltima.

Es una ciudad muy cultural y es perfecta para hacer noche si quieres aprovechar para visitar Bardejov (que se encuentra a una hora en tren).

Razón 8 para viajar a Eslovaquia: Nitra

El encanto de Nitra reside en su castillo en lo alto de una montaña que, pese a lo que parece, no sólo encierra un castillo sino una pequeña ciudad. El casco antiguo es especialmente pequeño por lo que es rápidamente visitable. Nitra puede ser una escapada perfecta de un día si te quedas en Bratislava unos días. Recomendaría visitar también la sinagoga, adaptada ahora como centro cultural y no te puedes perder las vistas de la montaña y el castillo desde el parque de la ciudad.

Razón 9 para viajar a Eslovaquia: Donovaly

Donovaly es el típico pueblo de montaña con pistas de ski que ha sido sobreexplotado. Es bonito, pero los edificios de los enormes hoteles no encajan con el ambiente eslovaco. Además, fui en temporada intermedia por lo que no había mucha gente, pero tampoco estaban las cumbres nevadas como para disfrutar del espectáculo.

Razón 10 para viajar a Eslovaquia: Poprad

En toda lista tiene que haber un último y este puesto es, sin duda, para Poprad.

Como antes hablaba de la vibra de Banská Bystrica, tengo que hablar de la de Poprad. Algo hubo que no me gustó y que no disfruté. La ciudad es, con diferencia, la más fea de las visitadas pero es un lugar perfecto para ir al parque nacional del Paraíso Eslovaco o conocer los altos Tatras (cosa que yo no pude hacer porque la semana Santa hizo volar los precios y que taaaanto me han recomendado...).

Tener el último puesto con un telón de fondo como éste... es para hacérselo mirar.

Y hasta aquí este infinito artículo sobre visitar Eslovaquia. Espero que os sirva de ayuda y, como digo, abro la veda para vuestras propuestas de lugares que visitar en Eslovaquia y vuestras valoraciones.

¿Coindicís conmigo? ¿He sido muy mala con Poprad o demasiado benevolente con otras? ¡Os leo!