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Mi primera vez haciendo autostop sola

Tenía muchas ganas de probar a hacer autostop sola. Tenía mis miedos, mis dudas y, sobre todo, tenía mil excusas mentales para no hacerlo. Pero acababa de finalizar el Camino de Santiago, no tenía ganas de tomar un autobús que recorriese tan rápido los kilómetros que tanto tiempo me había llevado caminar y brillaba el sol. Me lancé a la aventura. Por delante tenía casi 100 kilómetros que recorrer a base de pulgar, un cartel y una sonrisa.

La verdad es que no surgió de forma espontánea. Ya llevaba bastante tiempo con ello detrás de la oreja y me apetecía. Me apetecía mucho. Ya había hecho autostop con anterioridad y me lo había pasado genial. En Tailandia, en Malasia y en Indonesia. ¡Incluso al lugar donde entonces me alojaba en Galicia había llegado en autostop!

autostop por España en compañia

De Fisterra a Muxía en autostop

Pero nunca lo había hecho sola.

Al fin y al cabo, ponerme en la carretera, levantar el pulgar y esperar que un coche parase para montarme sola en él me sonaba algo peligroso. Quizás hacer autostop sola no era una buena idea.

Pero el Camino, todo lo positivo que había pasado en él y la no prisa que tenía por llegar a casa influyó en la toma de decisión. Y sí, admito que el precio del billete para volver a Santiago también influyó. Pensé que sería una bonita forma de terminar el camino. Recorrer los kilómetros de otra forma. Intentar, al mismo tiempo, quitarme la mala sensación de no haber superado con mucho éxito el reto de acampar en solitario.

Poco a poco me fui convenciendo. Hasta que llegó el día previo y, como siempre pasa, empecé a verle las orejas al lobo.

Quizás hacer autostop sola no era tan buena idea, quizás llovía o quizás nadie paraba para llevarme... ¿qué haría si ningún coche me paraba o me quedaba tirada en mitad de la nada? La lluvia de excusas habituales empezó a inundar mi cabeza.

villaescusa

Las excusas también siempre te dirigen a un lugar: a tu zona de confort

Al final, decidí dejarle la decisión al destino. Siempre es más fácil así. Si al día siguiente llovía, o hacía un tiempo malísimo, tomaría el autobús. Era noviembre y estaba en Galicia, así que las probabilidades estaban de parte de Patri la miedosa.

Sin embargo, el día amaneció con un sol increíble. Dudé un instante, pero me había hecho un trato a mí misma. Y esos tratos no se rompen.

HARÍA AUTOSTOP SOLA POR PRIMERA VEZ

Así que algo nerviosa y con muchas dudas dibujé un cartel. Mi misión era llegar a A Coruña, donde un amigo del Camino me recibiría en su casa.

Apenas 100 kilómetros para todo un día soleado de noviembre.

Me parecía bastante factible, pero la verdad es que nunca había hecho autostop para tantos kilómetros, y España no es un lugar donde haya mucha costumbre. Me decidí por un cartel alegre, que inspirase confianza, que dejase claro que era una peregrina (o lo había sido) y que no indicase el destino al que me dirigía. De esta forma, podría entablar algo de conversación con el conductor, saber su dirección y si no me convencía demasiado podría decirle que iba en otra dirección o detenerme antes.

Peregrina a casa y una sonrisa me pareció un cartel original. Me despedí de mis ya amigos de Auroras de Ozón, un albergue para peregrinos ubicado en un antiguo monasterio que había sido restaurado, y recuperando mi mochila salí a la carretera.

Admito que estaba nerviosa. Que me sentía algo estúpida. Comencé a caminar por la carretera buscando un lugar que me gustase para poder hacer autostop. No buscaba mucho, únicamente un lugar con buena visibilidad y con un poquito de arcén donde el coche pudiese detenerse sin molestar al resto de tráfico.

¿He dicho tráfico? Quizás esperar tráfico había sido demasiado iluso por mi parte. ¡No se veía ni un coche! Era un domingo de noviembre a las 10 de la mañana… y parecía que todo el mundo estaba durmiendo.

 Dejé la mochila en el suelo y esperé. Los minutos pasaban despacio. Muy despacio. Apenas habían pasado 10 minutos y 4 coches y ya pensaba en volver al monasterio.

Hacer autostop sola era muy diferente de hacerlo acompañada.

Acompañada la espera es entretenida. Te ríes, charlas o piensas nuevas formas de llegar a destino. A veces uno levanta el pulgar, en otras ocasiones la otra mueve el cartel. Haciendo autostop sola me sentía tonta. No tenía miedo, que era lo que desde la cómoda posición de la zona de confort esperaba, pero sí que sentía que perdía el tiempo. Como si hacer autostop es algo que no necesitase y que sería más fácil tomar un autobús. Me sentía expuesta, pero no a los peligros, si no a los juicios de los coches que pasaban. Era una sensación extraña.

Haciendo autostop sola me sentía tonta. Perdiendo el tiempo. Expuesta a los juicios de los coches que pasaban.

Y cuando, tras 15 minutos, empezaba a desmotivarme, se detuvo un coche. En él, una pareja y su hijo de unos 10 años.

#COCHE 1: UNA PAREJA, UN HIJO Y 3 KILÓMETROS

Disculpándose, me dijeron que solamente podían conducirme unos 3 kilómetros ya que iban al pueblo de al lado. Les dije que no importaba ¡sólo quería salir de esa carretera donde apenas pasaban coches! La señora, muy amable, me dijo que, tres horas después, ella iría hasta A Coruña y que iría atenta para cogerme por el camino si nadie más me había parado. El trayecto fue cortísimo y apenas pudimos intercambiar mucha información, pero me dejaron en una cuesta, con arcén, donde también se incorporaba otra carretera. Parecía un buen lugar para hacer autostop.

Tampoco pasaban muchos coches por aquel pueblo. Al fin y al cabo, todavía era la misma carretera que había dejado minutos atrás. Y de los pocos que pasaban, algunos reían al verme, otros levantaban los hombros señalando que iban muy cerquita de allí y otros ni siquiera me miraban. Me cansaba de esperar, y empecé a tener las mismas sensaciones de antes. Pensé en caminar un poco, pero si nadie paraba en tres horas, sabía que por esa misma carretera aparecería la señora que me había llevado en coche. Eso me tranquilizaba, ya que tenía la seguridad de tener una forma de llegar a A Coruña.

Y entonces paró el segundo coche.

#COCHE 2: UN CHICO SOLO Y 3 KILÓMETROS

Era un chico solo, algo callado y de unos 35 años. No me gustó demasiado, aunque no sabría explicar porqué. Supongo que estaba fuera de la seguridad de tratarse de una familia. También se disculpó por poder acercarme únicamente 3 kilómetros, pero también iba a su casa que estaba en el siguiente pueblo. Lo que sí me afirmó es que allí estaba la carretera general, con mucho más tráfico, donde sería mucho más sencillo parar un coche.

Me contó que su mujer también había hecho el Camino de Santiago, y el hecho de escuchar la palabra mujer me tranquilizó. Como si los casados no pudieran estar locos, me dijo una amiga después.

En 5 minutos habíamos llegado a la carretera general. Me bajé, le di las gracias y volví a sacar el pulgar.

Los conductores me hacian gestos muy raros, señalándome para adelante y con muecas muy raras. Entendí que debía estar muy mal posicionada, así que caminé para salir del crucé en el que estaba. Entendí que en ese punto, los conductores no tenían ni idea de a dónde me dirigía y que no pararían sólo a preguntar.

400 metros más adelante encontré el lugar perfecto. Pasaban muchísimos coches, estaba optimista y sonreía de verdad. ¡Alguno tenía que pararme! Estaba contenta, emocionada y no tenía miedo.

Estaba disfrutando de hacer autostop sola.

autostop sola

No tardé mucho en conseguir un coche, a penas unos 10 minutos.

#COCHE 3: UNA PAREJA Y 12 KILÓMETROS

Una pareja que venía del mercado de CEE y volvía a su casa en Zas detuvo su coche. Ahora sí, me llevarían algunos kilómetros más, hasta el pequeño pueblo de O Allo.

Hablamos del Camino, del mercado y de lo que supone ser peregrina. Al fin y al cabo, el cartel había sido una buena idea. Se disculparon por no poder acercarme más, pero les pillaba totalmente a desmano.

Yo estaba muy contenta, había sido un gran avance. ¡Estaba más cerca de mi destino!

Volví a la carga. Pasaban muchos coches y sentía seguridad con mi objetivo. Estaba contenta. Entonces, en sentido opuesto al que yo intentaba detener un coche, pasó la Guardia Civil. Y me puse alerta. No sabía cómo de legal era eso que estaba haciendo. Disimulé dejando mi mochila en el suelo, escondiendo un poquito el cartel y silbando (esto es broma, pero fue lo único que me faltó).*

Durante ese proceso, un autobús se detuvo en mi arcén. ¿Un autobús?

#TRANSPORTE 4: UN AUTOBÚS, UN CONDUCTOR Y 50 KILÓMETROS

Corrí hasta su altura (sin la mochila) y sorprendida le pregunté si me había parado a mí. ¡Eso sí que no me lo esperaba! El autoús iba vacío, se dirigía a Arteixo y el conductor era tan amable de llevarme con él. Corrí a por mi mochila, di las gracias y me puse en el asiento de copiloto. Por delante unos 50 kilómetros de charla amena que me llevarían hasta Arteixo, a 10 kilómetros de A Coruña.

Al bajar en Arteixo y comunicarle a mi amigo que ya estaba tan cerquita me dio que esperase ahí, que venía a por mí.

Estaba de suerte, había llegado a Coruña y tan pronto que podría probar la comida casera de la mamá gallega de mi amigo.

Llegué a A Coruña haciendo autostop sola

Llegué a A Coruña haciendo autostop sola

*¿Está realmente prohibido hacer autostop en España? ¿Tuvo sentido que disimulara al ver a la Guardia Civil?

Sí: en autopistas y autovías, quedando terminantemente prohibido para los conductores aceptar peticiones de pasaje (incluido en los peajes).

No: en carreteras convencionales, siendo legal siempre y cuando no entorpezca la circulación.  

Dado que estaba en una carretera convencional, en un arcén muy ancho donde los coches podían parar con seguridad; no tendría que haber silbado al ver a la policía. (Más info aquí).

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" ¿Y si viajo sola? El libro que te dará el último empujón."

2016-12-15T18:24:59+01:00

About the Author:

¡Hola! Soy Patricia. Viajo sola desde 2014, cuando cargando mil miedos en mi mochila dejé mi trabajo en una farmacéutica y me marché al Sudeste asiático sin billete de vuelta. Ya he recorrido sola 4 continentes. Enamorada de viajar sola, lento y a dedo, y luchando por sentirme cada vez más libre, ahora me dedico a animar a otras mujeres a hacer lo mismo siendo cabeza y manos del blog Dejarlo Todo e Irse.

10 Comments

  1. […] 42 días consiguiendo llegar desde Irún a Fisterra con un presupuesto de 350 euros. Acampé e hice autostop en solitario por primera vez. Saqué mis propias conclusiones ante temas tan polémicos como acampar sola o […]

  2. Hola,

    Me acuerdo de la primera vez que hice autostop fue con mi madre... Lugo también hice pero con amigos, pero nunca sola.

    Me encantaría hacer autostop sola, pero no me acabo de atrever, cada cual tiene su ritmo. Algún día lo probaré sin dudarlo ni una vez.

    Saludos,
    Miriam

    • prisxd at 10:44 - Reply

      No me imagino yo haciendo autostop con mi madre xD jajajaja. Sí Miriam, cada una tiene sus ritmos en un viaje y eso es muy importante de entender! No es necesario correr, si no sentirte segura con los pasos que vas dando. Yo probé a acampar sola... y admito que todavía no es mi momento... 🙂

  3. […] me gustaría hacer más autostop en solitario. Al terminar el Camino volví desde Muxía a A Coruña, y, esto sí, lo disfruté […]

  4. Jorge at 06:36 - Reply

    Felicidades! que bien que lograste superar ese reto a ti misma, esa sensación que expresas del ridículo o del "que dirán" es mucho más difícil de superar que el miedo hacia los desconocidos que te pudieses encontrar. Una experiencia que solo hice una vez junto a dos amigos pero que sería interesante volver a vivir. Un abrazo desde México!

  5. Una experiencia que nunca he tenido, pero que me pica la curiosidad.Y además me enteré de una cosa nueva, lo de que está permitido y prohibido según la carretera.
    Un saludo

    • prisxd at 11:16 - Reply

      Hola Jorge!

      Si tienes curiosidad por hacer autostop solo tienes que probarlo! Es una experiencia diferente, una nueva forma de viajar muy interesante! Y sí.. siempre mejor fuera de autovías y autopistas! 🙂 Un abrazo!

  6. Participante at 23:02 - Reply

    Estas en Meneame. Felicidades por tu aventura. Te he dejado un comentario allí.

    https://www.meneame.net/story/primera-vez-haciendo-autostop-sola

    • prisxd at 11:15 - Reply

      Gracias Paticipante por informarme de que estaba en Menéame! No tenía ni idea! 🙂 Gracias por tu comentario y tus ánimos 🙂 Un abrazo!

  7. […] Mi primera vez haciendo autostop sola […]

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