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¿Cómo se siente llegar a Eslovenia?

Tenía ganas de llegar a Eslovenia. En un tren casi vacío, dejaba Hungría con gusto, como creo que debe dejarse un país. Había pasado 17 días allí y ya sentía que había exprimido el jugo que tenía reservado para mí. Sin darme cuenta, me había llegado ese momento de querer algo nuevo; un idioma, una cultura y unos paisajes y, cuando esto me pasa, me escucho e ignoro los planes que días anteriores había dejado en mi libreta como posibles opciones.

Si quería llegar a Eslovenia, llegaría. Varias personas me preguntaron porqué ese salto tan grande en el mapa, sin ninguna parada intermedia desde el lago Balaton a Ljubljana, una velocidad a la que no estoy acostumbrada. Y, aunque me lo pregunté, no supe responder(me). Simplemente lo sentí así. No encontré demasiadas opciones apetecibles y, de una forma extraña, la capital de Eslovenia me llamaba.




LLEGAR A ESLOVENIA

Supe que acababa de llegar a Eslovenia cuando la wifi del tren dejó de funcionar. También cuando, contrarrestando con el policía húngaro, el policía esloveno sonrió al coger mi DNI. De pronto, a través de las ventanas de ese tren que se movía metódicamente, los campos planos verdes y amarillos dieron lugar a unas bonitas colinas. Las colinas se fueron convirtiendo en montañas y el tren se empeñó en adentrarse entre ellas como si fuese un gusano en una manzana.

llegar a eslovenia skofka loka

Conforme avanzábamos, el paisaje se iba tiñendo de un verde intenso en las alturas. Miraba las montañas como si hiciese años que no las veía, la boca se me sonreía y me arrepentía, así, tan pronto, de haber subestimado el este de Eslovenia. Mis compañeros de tren parecían ajenos, como si esos paisajes sólo estuvieses allí para mí. El revisor también sonrió y pensé que, quizás, en este país las sonrisas sí se regalaban. Esta sensación que tuve al llegar a Eslovenia fue confirmada por la recepcionista del hostel, que sonreía continuamente y, además, para mi sorpresa hablaba español. Una chica salió a charlar conmigo en mitad de Ljubljana, era muy sonriente y parecía disfrutar de charlar con una turista española; soy consciente de que su intención final era la de venderme un tour de un día pero fue tan simpática, lo hizo tan bien (o yo lo agradecí tanto), que no me importó.

llegar a eslovenia Ljubljana

LLEGAR A LJUBLJANA

Se sentía bien llegar a Eslovenia. Montañas, sonrisas y una capital pequeña y bonita. Era sábado en Ljubljana y las calles estaban llenas no sólo de turistas si no de grupos de jóvenes celebrando el final de soltería de sus amigos. Llovía y hacía frío, nada había cambiado eso respecto a mis días en Budapest, pero la ciudad era tan coqueta que era fácil sentirse bien caminándola.

Ljubljana llegar a eslovenia

características buhardillas de Ljubljana

Características buhardillas de Ljubljana

llegar a Eslovenia ver en Ljubjana l

A pesar de lo visto, y de mis sensaciones iniciales al llegar a Eslovenia, nadie me hablaba del este, de esas montañas que yo había atravesado y de posibles trekkings que realizar por ahí. Me hablaban del oeste, de Bled, de Soca y de la playa... y me dije que si eso era lo que ellos querían que viese, así lo haría, sin darle más vueltas.

El esloveno suena un poco a eslovaco, aunque ellos repitan que se parece al croáta (y con mis conocimientos nulos de ambos idiomas, no seré yo quien lo niegue). A veces, si cierras los ojos, su acento hace que parezca que hablan italiano,  pero un italiano que nada se parece al español y del que soy incapaz de descifrar ni una sola palabra. El esloveno habla bastante bien inglés y, además, como la recepcionista del hostel, mucha gente habla español en Eslovenia debido a las telenovelas que nunca fueron dobladas.

Agua, árboles y montañas se me repiten continuamente desde el momento de llegar a Eslovenia. La naturaleza es su gran punto fuerte, lo saben y la protegen. Es el mayor orgullo que tienen. En el centro de su capital, no sólo hay más de un parque si no que uno de ellos, el Tivoli, lejos de ser un parque con unos cuantos árboles, es un bosque en el que puedes perderte por más de tres horas siguiendo diferentes rutas.

llegar a Eslovenia parques Ljubljana

Eslovenia no es, para nada, un país desconocido o menos desarrollado. Tiene mucho turismo, buenas infrastructuras, se imagina una buena calidad de vida y hablan en euros, con lo que los precios han subido considerablemente.

Llegar a Eslovenia y encontrarme con esto ha sido una sorpresa pese a todos los avisos que había recibido. Eslovenia enamora, a pesar del frío y de la lluvia que en este mayo sorprende no sólo a mí sino a todos los eslovenos.

llegar a eslovenia Ljubljana lluvia




DATOS ÚTILES SOBRE LJUBLJANA

Ljubljana, como Eslovenia, es pequeña, bonita y manejable. Todo está cerca y tiene un centro histórico dividido por canales y unido por puentes bonitos. En los últimos años ha dejado de ser un secreto y ahora ya hay bastantes turistas paseando por las calles más céntricas.

llegar a Eslovenia capital Ljubljana

como se siente llegar a Eslovenia

Yo me hospedé en el hostel Veselova, situado en una casa hermosa que fue diseñada por Ciril Metod Koch, uno de los arquitectos más emblemáticos de la ciudad. Personalmente, me encantó. Tiene todo lo que necesitas, es céntrico, las trabajadoras son super simpáticas, hablan español y tiene desayuno incluido (que siempre es un punto a favor).

Sobre una colina en la que descansa la ciudad, hay un castillo que ofrece unas vistas bonitas y es perfecto para pasear. Pero si lo que quieres es pasear te recomendaría encarecidamente el parque Tivoli donde, como decía arriba, hay varias rutas en el interior de un bosque. Si lo que quieres son las mejores vistas de la ciudad tienes que ir al Skyscraper (o Neboticnik), un edificio antiguo y alto abierto al público. Puedes subir a ver las vistas de forma gratuita o aprovechar y tomarte un café (para el lugar que es no está especialmente caro y a mí me salvó de una mañana de lluvia).

mejor vista de Ljubljana llegar a Eslovenia

En el hostel me recomendaron ir al barrio Metelkova, o la pequeña Berlín; un conjunto de casas cerca de la estación de tren y autobús donde se disfruta de arte al aire libre, grafittis, murales y algunos bares con el ambiente más underground de la ciudad. ¡Merece la pena!

metelkoba Ljubljana barrio underground

Llegar a Eslovenia se sintió así; bien, fácil y cálido pese al frío. Con emoción de todo lo que está por llegar y la alegría de reencontrarme con una naturaleza que caminar.




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2019-05-25T21:16:56+01:00

About the Author:

¡Hola! Soy Patricia. Viajo sola desde 2014, cuando cargando mil miedos en mi mochila dejé mi trabajo en una farmacéutica y me marché al Sudeste asiático sin billete de vuelta. Ya he recorrido sola 4 continentes. Enamorada de viajar sola, lento y a dedo, y luchando por sentirme cada vez más libre, ahora me dedico a animar a otras mujeres a hacer lo mismo siendo cabeza y manos del blog Dejarlo Todo e Irse.

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