¿Cómo es viajar a Kenia por libre? ¿es seguro? ¿caro? ¿peligroso? Son preguntas que, poco a poco, voy contestando en el blog. Sin embargo, hoy quería contar algo más divertido: Las cosas más surrealistas que pueden pasarte si viajas a Kenia por libre. ¿Preparada?

Por supuesto, todas estas cosas surrealistas han sido vividas en primera persona. Vamos allá.

10 COSAS SURREALISTAS QUE PUEDEN PASARTE SI VIAJAS A KENIA

1. QUE TE PIDAN AGUA EN LA CARRETERA

Si viajas a Kenia por libre y sales un poquito de las carreteras más comunes o turísticas, es probable que en algún momento de tu viaje alguien te pida agua en mitad de la nada.

A mí me ocurrió en dirección a Marsabit (el norte de Kenia) un total de tres veces. Lo más surrealista de todo es que ninguno de los dos conductores de autobús se detuvo en ninguna ocasión. ¿Te imaginas?

Muy ligado a esto es lo especial de ver cómo, con paciencia y conocimiento, a cazos, sacaban agua de un río totalmente seco.

2. QUE PIDAN TU MANO (Y OFREZCAN ANIMALES A CAMBIO)

Siembre había oído leyendas sobre ello y alguna que otra vez había bromeado al respecto. Sin embargo, siempre creí que era algo antiguo y era mentira. Si viajas a Kenia por libre descubrirás que eso de intercambiarte por animales todavía es cierto.

Como cosa surrealista, descubrirás también que ninguno de los interesados hablará directamente contigo en el caso de llevar un hombre a tu lado (yo llevaba a mi hermano) sino que el "trato" intentará alcanzarse entre hombres.

Me ocurrió varias veces manejándose diferente número de cabras, vacas y ovejas, con la opción de compartir mujer en el caso de los masais y teniendo que huir de una conversación que, ya en la segunda cerveza, se convirtió pesada y resultó incluso amenazante.

3. FILAS Y CARRERAS PARA TOMAR EL ÚNICO TRANSPORTE QUE SALE PUNTUAL

En Kenia, por regla general, el transporte público no tiene horarios y sale cuando se llena. Es difícil planificar, saber cuándo saldrás y mucho menos cuándo llegarás ( o si llegarás).

Sin embargo, hay un tren construido por una compañía china que va desde Nairobi hasta Mombasa (dividiendo en dos uno de sus parques nacionales) y que sale dos veces al día de manera (extra) puntual.

Los keniatas, nada acostumbrados a las prisas y la puntualidad, a pesar de los avisos de las personas de ventanilla, llegan con el tiempo justo, creando unas colas inesperadas para pasar los tres (¡3!) controles de seguridad.

Si viajas a Kenia, los gritos de "Hurry up! You don't have time!" y las carreras son algo surrealista para ver una vez en la vida.

¿Que cómo lo sé?

Digamos que nosotros también llegamos justos de tiempo.

4. QUE TE OFREZCAN EL SACRIFICIO DE UNA CABRA

Entre las tribus keniatas, es habitual celebrar las grandes ocasiones con el sacrificio de una cabra. Uno de los guerreros ahoga la cabra, la abre y sin tiempo a que la sangre esté en contacto con el aire se la bebe de un largo trago para tomar toda la fuerza de ésta.

Después retiran las vísceras y algún trozo de carne que será cocinado por las mujeres, mientras que el resto será asado sobre el fuego en unos palos y compartido con los huéspedes (a quienes ofrecerán los mejores trozos).

Si llegas a pie, con respeto y sin cámara de fotos a la vista a una tribu de Kenia, quizás tengas la suerte de que los habitantes te honren con el sacrificio de una cabra, una experiencia surrealista que puede ocurrirte si viajas a Kenia.

5. PAGAR POR TRABAJAR

Una de las cosas que más surrealistas me parecieron de Kenia es lo asumido, por todos, del hecho de que un turista tiene que pagar por trabajar, colaborar o ayudar.

Existen cantidad de proyectos humanitarios en los que se intercambian alojamiento por un trabajo de unas ocho horas y un determinado precio (que en los casos más baratos son unos diez euros por día y persona).

Los proyectos humanitarios han proliferado por Kenia como setas. Es un artículo que tengo pendiente de escribir pero que (todavía) me cuesta redactar. El hecho de tener que pagar por dormir en el lugar en el que trabajarás (ocho horas) termino sin entenderlo.

6. QUE TE DESPIERTEN LOS GOLPES EN LA PUERTA DEL HOTEL

Si viajas a Kenia por libre, puede ocurrirte que una noche te despiertes con el aporreo de la puerta de tu hotel regulero.

Entonces, unos cuantos hombres con cara de pocos amigos te increparán que te hayas movido sin guía por el pueblo y te recomendarán (demasiado) efusivamente la necesidad de un guía para moverte al día siguiente (casualmente todos ellos son guías).

Si te niegas, se marcharán enfadados repitiendo una y otra vez lo peligrosas que son las tribus de los alrededores (aunque sean las mismas que al día siguiente, al llegar a pie y por libre, te honren con el sacrificio de una cabra).

7. QUE TE OFREZCAN AGUA ¿DE UN POZO?

Si viajas a Kenia, puede pasarte que en tu camino en autobús del aeropuerto al centro de Nairobi un chico descamisado te salude como si te conociese, se vaya corriendo y desaparezca al meterse en un pozo. Después, muy contento, vuelva a aparecer con una botella sucia llena de agua y te la ofrezca.

¿No es una situación realmente surrealista cuando tú recién has aterrizado en un nuevo país?

8. CANGURO DE LA HIJA DE TU AIRBNB

Si viajas a Kenia por libre y te lanzas con la aventura de Airbnb, puede ocurrirte que los anfitriones de la casa se marchen mientras juegas a cartas con su hija y te dejen ahí hasta que decidan volver.

Fue un momento muy surrealista hasta que recordamos que estábamos en Kenia y que allí, las edades en las que los niños se quedan solos en casa y tienen autonomía es muy inferior a la de España.

9. SUSTOS EN LA FRONTERA

Si viajas a Kenia por libre, puede que cuando quieras salir del país los agentes de frontera te digan que hay algunos problemas con tu visado de Kenia, que estás ilegal o que tienes que pagar una multa de casi 500 euros.

Cuando hablas con ellos y les recuerdas que en la frontera no te dieron recibo, que no hay ninguna fecha en el visado si no un buen garabato en tu pasaporte y que estarás dispuesta a pelear si hace falta, es probable que te dejen pasar bajo recomendaciones.

10. REZAR A UN ÁRBOL EN UN TEMPLO BOSQUE

Algunas regiones de Kenia como la cercana a Monte Kenia, está habitada por tribus como la kikuyu que todavía mantienen la religión animista, por lo que si viajas a Kenia por libre quizás puedas ver de cerca un templo bosque y rezar (o ver cómo rezan) a un árbol.

No es fácil de encontrar y pensándolo ahora con perspectiva quizás no sea tan surrealista creer que Dios está en la naturaleza.

¿Qué crees tú?

¿Qué te han parecido estás 10 cosas surrealistas que pueden pasarte si viajas a Kenia?

Mis problemas con el visado de Kenia

¿Viajar a Kenia es caro?