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Viajar sin móvil.Viajar sin guía. Viajar sin internet ¿Viajamos?

Me gusta viajar sin móvil. En Marruecos estoy viajando sin guía, pero viajo con internet (cuando la tienen los hostales, que es casi siempre) y tablet. Para este artículo viajo sin internet y me pregunto qué es el viaje y si, en realidad, todos estos que nos consideramos viajeros estamos realmente viajando.

 

VIAJAR SIN MÓVIL

Me gusta viajar sin móvil. En verdad, llevo uno, pero es prestado y ni siquiera abarca ya para el Whatsapp. Asi que lo llevo para emergencias, para poder ser localizada en caso de necesitarlo. En realidad, y seamos sinceras, lo llevo para que mi madre esté más tranquila. Funciona, y no le doy muchas más vueltas. Viajo con móvil, pero no en el sentido que ahora todo el mundo entiende por móvil.

Me gusta viajar sin móvil, estar un poquito más desconectada de todo, aunque soy consciente de que eso es imposible y que estoy muy (¡muy!) conectada a través de la tablet. Intenté llevarlo, pero he perdido uno en cada viaje largo que he realizado. Ya no me esfuerzo. No me gusta el Whatsapp, estar en mil grupos, esa obligación de inmediatez tan particular de esta app.  Me siento más liberada, menos controlada y ya he asumido no enterarme de todo (aunque a mi entorno todavía le cueste un poco). (Si te interesa el tema, aquí hablé sobre vivir sin móvil).

Me gusta viajar sin móvil. Estar realmente de viaje cuando estoy en la calle. A veces presumo de ello, aunque sé que no es lo correcto. Aunque muchas veces la gente no pueda entenderme. Pero yo tampoco los entiendo. Si con la conexión del hostal me cuesta a veces estar aquí y tan allá, con el aparato de forma constante sería un viaje intermitente. Estar aquí y allá, para no estar en ningún lado. Es cierto que es útil, que hay mil apps que hacen el viaje más sencillo, más guiado. Pero ¿eso quiero cuando viajo?

La medina de Fez es una locura, pero con esta aplicación te encuentras enseguida y así la gente ya no te molesta. Saben que sabes hacia dónde vas. Es muy sencillo

 

 

Viajar son móvil Fez

"Perdida" en algún lado de Fez

Bajé del autobús que me traía de Chaouen siguiendo a un grupo de australianos. Tenían habitacion en un hostel barato reservada y me invitaron a unirme. Acepté, pensé que si teníamos que perdernos mejor que nos perdiésemos juntos. Pero encendieron su móvil, entraron en la app y el GPS nos guió hasta la puerta. Ni un problema, ni una pregunta ni una interacción con la gente. Tampoco una gran primera gran impresión de la zona, tampoco sentimientos iniciales detallados, lo importante en el momento estaba en una pequeña pantalla que guiaba el camino. Admito que fue (muy) cómodo (no soy alérgica a la tecnología tampoco y cuando llevas kilos en la espalda los metros aprietan) pero no tuvo emoción. Estábamos en Fez y ni siquiera nos perdimos un poco. (Y no es fácil no perderse un poco en Fez).

VIAJAR SIN GUÍA

He viajado a Marruecos sin guía.  A decir verdad, no sé si fue premeditado. Simplemente lo fui dejando, no la compré, no pedí ni chequeé en la biblioteca si había un ejemplar. Hasta el momento, siempre había viajado con una Lonely Planet bajo el brazo. No siempe la usaba pero ayudaba. Vamos si ayudaba. Aunque estuviese anticuada, los precios no cuadrasen y los hoteles ya no existiesen (y no es broma, con la que viajé a Sudamérica tenía 10 años y, además del cambio del coste de la vida, hubo más de una vez que se rieron de mí porque el hostal por el que preguntaba ya ni siquiera estaba). Siempre tenías un mapa, sabías dónde estaba la estación de autobús y unas directrices de todo aquello que tienes para visitar en destino.

pasaje meknes

A Marruecos vine con un mapa. Ni siquiera sabía qué tenía ni quería visitar, pero los mochileros hablan y ya me van contando las paradas recomendadas. ¿Qué pasa si me salgo de la ruta marcada? Que quizás no hay hoteles, turistas o quizás es peligroso, quién sabe. Quizás no hay nada para ver, aunque eso sea siempre algo tan relativo. Es curioso, pero viajar sin guía me provoca la constante dicotomía entre el disfrute y el perderme cosas de interés.

¿Fuiste a Fez? ¿Visitaste el (pon aquí un lugar de interés)?

Y que tu cara diga "¿si visité, qué? "

Pero lo peor de viajar sin móvil ni guía es no saber a qué punto de la ciudad llegas ni dónde puedes alojarte. Tampoco sabes los precios que pueden pedirte. Pero para eso existe internet. Ayyy ¡maravillosa internet!

VIAJAR SIN INTERNET

Ayer decidí ponerme a prueba (o quizás fue la pereza, quien sabe). No miré nada de Meknes. Qué hacer, dónde ir, dónde alojarme ni dónde me dejaría el bus o el tren que tomaría para que me llevase hasta allí. Supongo que fue por aquel japonés que contaba ya cómo, cuándo y dónde se movería, dónde pararía. Lo tenía todo mirado, todo calculado. Me reí y, después, ya sola, me analicé ¿ es que yo viajo en realidad tan poco planificado? Y quise probarme. Quería moverme como se movería un viajero. Uno de esos que viven desconectados, que están ya vacunados.

turismo meknes

Lo había hecho en Sudamérica, muchas veces, pero, admitámoslo, el idioma y la cultura aquí es un auténtico hándicap.

Y me he reído mucho de mí misma. De la viajera tranquila y vacunada. La realidad me ha puesto en mi sitio. El vértigo, sentirse perdida, desubicada ¡Y es que no es lo mismo! También algo de agobio ¿dónde estamos? ¿este bus para en "la gare"? ¿los hoteles por allá? ¿lo turístico?¿Qué es? ¿Esto de aquí es la medina? ¿Ya estamos en el centro?

Y me decían nombres, turísticos, imagino, me señalaban para aquí y para allá. Me preguntaban. Y mi yo se reía, y tambien sufría. Yo que sé ¡no sé a dónde voy! ¿Hay algo que visitar por allá?

Dos señoras, las que más me han guiado, me han invitado a ir a su casa. Nos tomamos el taxi ¿te vienes?¿Estás casada? Tengo un hijo... me dice la doña. Y se ríe ante mi cara de espanto. Y en esas, perdida y desubicada, he dicho que no. No vaya a ser que al final acabe casada y, además, totalmente desubicada.

plaza principal meknes

LLEGAR A LA CIUDAD SIN MÓVIL, GUÍA NI INTERNET

Mi suegra en funciones me ha indicado el camino. Para allá, todo recto, la medina. Mucha suerte y ojalá volvamos a vernos. Una plaza y un señor que, amablemente, me dice que voy en dirección contraria a la medina.

Callejuelas, riad y mucha gente. Nada que ver con el agobio constante de Fez. Pido internamente que alguien, de una vez, me ofrezca un hostel o me ayude a buscarlo, como siempre. Al final, y tras varios intentos, me dicen un precio. Se pasa, se pasa mucho del presupuesto medio. Y no sé si mienten. Normalmente no reservo pero tengo el precio chequeado en la mente. Niña, aquí en la medina esto es asín. No vas a encontrar más barato. Hay pocos turistas y hay que explotarlos. (Bueno, esta frase no fue así realmente...).

viajar sin movil meknes

Al final Mohammed viene en mi ayuda, me ofrece una habitación para tres para mí, me enseña el riad. Es bonito, pero todavía se pasa. No puedo hacer nada. Nada más bajo. Y aún negociamos. Algo bajamos.  Al final le acepto al inamobible Mohammed, hoy toca comer más barato. Y se ríe.

Salgo a la calle ¿qué hay para ver en Meknes? Es bonito, es, de momento, tranquilo. Hay una plaza y una muralla, por supuesto una medina. Y entro a un museo, pregunto. El chico muy amable, y seguramente algo aburrido, me dice que no tiene mapas (¿no querías tú ir de desinformada?) pero me deja echar una foto a uno que tiene, que no se ve nada. Y me he dedicado a pasear la ciudad. A perderme un poco. A policía visto policía  preguntado ¿hay algo por allá bonito? Y así he llegado hasta un lago.

lago meknes viajar sin móvil

Hoy veo la medina y el resto (si es que hay resto) quedará para lo olvidado, por si un día vuelvo.

VIAJAR SIN MÓVIL, SIN GUÍA Y SIN INTERNET ¿ES  VIAJAR MEJOR?

Y no puedo responder la pregunta. Es obvio que es diferente. Quizás deberíamos definir qué es viajar o si hay un mejor modo que otro.

Sinceramente, no creo que lo haya.

Viajar sin  móvil, guía e internet te obliga a perderte, a preguntar, a hablar con la gente. A ver todos los lugares como turísticos, a evaluarlos personalmente, no considerarlos bonitos por alguien que los escribió en una lista.

Viajar sin movil, sin guía ni internet hace que no lo veas todo. Que te dejes cosas que están en La Lista. Imperdibles perdidos. Pero me gusta pensar que, de vez en cuando, podemos salirnos de "lo normal", de estar tan digitalizados, tan informados. Leído y escrito suena algo estúpido, pero creo que es cierto que cada vez nos es más dificil desconectar.

No sé la respuesta, no sé, yo lo dejo caer, en una (auto) búsqueda constante de lo que (de vez en cuando) me hace a mí bien. Quizás no es más que un largo camino para una pregunta más grande, qué busco o qué gano yo con tanto viaje.

Postdata: Al final del día no puedo resistirme y miro, por internet, el precio del alojamiento aquí en Meknes. Al final, es verdad, Mohammed (que ahora me acerca un rico té) no me ha engañado y me lo ha puesto más barato que como dice la red.

2017-03-13T20:27:42+01:00

About the Author:

¡Hola! Soy Patricia. Viajo sola desde 2014, cuando cargando mil miedos en mi mochila dejé mi trabajo en una farmacéutica y me marché al Sudeste asiático sin billete de vuelta. Ya he recorrido sola 4 continentes. Enamorada de viajar sola, lento y a dedo, y luchando por sentirme cada vez más libre, ahora me dedico a animar a otras mujeres a hacer lo mismo siendo cabeza y manos del blog Dejarlo Todo e Irse.

5 Comments

  1. Hola Patricia,

    a lo largo de estos últimos meses, me he dado cuenta de que los viajeros tienen cierto rechazo al mundo digital y no entiendo demasiado bien el porqué.

    Creo que no hay nada malo en apoyarse en un GPS para llegar a un hostal sin perderse, o en el momento de coger un autobús, un taxi o un Tuk Tuk…

    La tecnología facilita la vida y creo que no debemos sentirnos mal por utilizarla. Aunque siendo sincero, yo también he tenido en alguna ocasión ese sentimiento de culpa por estar híperconectado. Malditas contradicciones y maldito WhatsApp…

    Encima, el vídeo de Simon Sinek ha venido para reforzar este rechazo a la era digital. Una tendencia que, desde mi punto de vista, carece de sentido.

    El mundo es como es y lo digital se ha integrado en nuestras vidas. Creo que hay que aceptarlo y aprovecharse de todas las bondades de viajar acompañado de internet.

    ¡Hast LonelyPlanet se ha pasado a formato digital!

    Un saludo Patricia, disfruta por Marruecos. Tanto en analógico como en digital. 😉

    • Patricia at 18:35 - Reply

      Hola Erik!
      Encantada de verte por aquí!
      Respecto a tu punto de vista lo entiendo, y lo comparto (a ratos!). No creo que haya nada de malo en apoyarse en la tecnología (quien no lo haga que tire la primera piedra), pero sí que me cuestiono el exceso de información, el miedo a lo nuevo y a perdernos (cuando eso es, en parte, algo que se busca cuando se viaja). Y que conste que hay mucho de autocrítica aquí. Pero también veo personas buscando viajes extra diseñados,copiando rutas de viaje, siguiendo mapas de puerta a puerta sin mirar a su alrededor y planificando cada día de su viaje y cada minuto. Cada uno hace su viaje, eso está claro, y la tecnología es una herramienta que esta ahí, simplemente con este texto y con esta experiencia, yo quería probarme sin ella. Y fue positiva y negativa (también a ratos!)

      Creo que lo importante, o a lo que va el texto, es a tener claro qué busca cada uno cuando viaja y llegar a la conclusión de que perderse, de vez en cuando, no está tan mal. Y que muchos presumimos de ir a lo loco cuando, en realidad, llevamos un bagaje bastante grande de información a nuestras espaldas. Una vez más, algo de autocrítica. Jajjaa

      • Totalmente de acuerdo con lo que comentas, Patricia. 🙂

        Por mi parte, tampoco acabo de entender los viajes programados al milímetro. Me parece aburridísimo viajar con todo planificado... Y un estrés total.

        De hecho, me encanta viajar parecido a ti. Con vía libre a la improvisación y a que pasen cosas.

        Eso sí, si puedo apoyarme de vez en cuando en la tecnología (por ejemplo, para agilizar tiempos a la hora de encontrar un lugar) no me importa hacerlo.

        Desde que me perdí en Georgetown, por culpa de llevar un plan improvisado total: sin reserva de hostal, sin tener ni idea de cómo llegar al centro de la ciudad, intento tener una mínima ruta marcada en Google Maps. Bendita aplicación.

        Cuando me vi sin alojamiento a las 11 de la noche, en mitad de la nada, lloviendo, me prometí que no dejaría jamás tantos cabos sueltos...

        Jajajaja

        ¡Un saludo!

  2. Luis at 22:37 - Reply

    Bonitas fotos Patricias, muy representativas...

    • Patricia at 18:13 - Reply

      Gracias Luis! Me alegro de que te gusten 🙂

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