Y aunque tengo claro que recomiendo visitar Noruega en su conjunto, si tuviese que elegir una ciudad noruega que visitar, visitaría Bergen; una ciudad bonita, amable, pequeña y muy especial. Un rinconcito de cuento que te presenta los fiordos y que te hace preguntarte ¿cómo he tardado tanto en visitar Bergen?

Si necesitas razones para visitar Bergen, te ofrezco 10

Noruega me dejó con ganas de más. Me sorprendió. Sus paisajes, su gente de carácter antagónico a su clima, algo frío para ser mayo, sus particularidades. Tras pasar 7 bien aprovechados días en Noruega, visitando Copenhague, el famoso Púlpito y muchos destinos más de los que iré escribiendo, volví a España sintiendo que necesitaba más tiempo, más días, más espacio y más experiencias. Y volví pensando que volveré, pero para pasar más tiempo, para caminar por sus sendas, para acampar en sus montes y disfrutar de sus ciudades.

Y aunque tengo claro que recomiendo visitar Noruega en su conjunto, si tuviese que elegir una ciudad noruega que visitar, visitaría Bergen; una ciudad bonita, amable, pequeña y muy especial. Un rinconcito de cuento que te presenta a los fiordos, que te presenta un paisaje que te hace preguntarte ¿cómo he tardado tanto en visitar Bergen?

La información que ofrece la web de Visit Noway es increíble,  pero, aún así, te ofrezco mis 10 razones para visitar Bergen:

#1 Visitar Bergen es visitar un pueblo de cuento

A pesar de ser una ciudad, el centro histórico y visitable de Bergen está muy recogido y te ofrece la sensación de estar visitando un pueblecito. Al puro estilo del encantador pueblo belga de Brujas, Bergen sorprende por sus casas cuidadas, sus rincones con encanto y su belleza.

Rincones de Bergen

#2 El Barrio Bryggen

Seguramente la estampa más famosa de Bergen, la foto que sale en todas sus postales. Una hilera de coloridas casas de madera situada en el muelle del fiordo, de donde proviene su nombre (embarcadero/muelle en noruego), que atrapa las miradas de todos los turistas.

Visitar Bergen sin visitar este barrio de casas algo torcidas, conservadas pese a los numerosos incendios, no tendría sentido.

Tejados del barrio de Bryggen

#3 El mercado del pescado

No lejos del barrio de Bryggen, al aire libre, se encuentra el mercado del pescado: unos sencillos puestecitos, atendidos por simpáticos, y políglotas, vendedores que te ofrecen todo tipo de manjares marinos: desde el típico salmón noruego hasta la "exótica" ballena. ¿Las formas de comerlo? También muy variadas; en muestras gratuitas, en pincho, en bocadillo o disfrutando de comerlo sentado en unas mesas dispuestas a modo de restaurante callejero. Crudo, marinado, ahumado, a la plancha... lo difícil, es decidirse.

#4 Fløibanen

Fløibanen es un funicular por cable que asciende 320 metros hasta la atalaya del monte Fløien, donde se pueden observar una de las mejores vistas de la ciudad. Dicen que no has visitado Bergen hasta que conquistas Fløien, y no puedo estar más de acuerdo. Para aquellos que quieran ahorrarse los 11 euros y perderse un poquito más por la ciudad, es interesante saber que puede subirse hasta allí caminando. El camino son algo más de 3 kilómetros y lo normal es tardar alrededor de una hora, aunque cada año se disputa una carrera hasta la cima, la Fløyen Opp, donde lo recorren en unos 14 minutos. *Una opción inteligente es pagar únicamente el billete de ida, y descender caminando. Puedes leer más aquí.

#5 La puerta de los fiordos

Quizás es ponerte la miel en los labios, pero si no tienes suficiente tiempo para visitar el resto de Noruega, visitar Bergen es visitar la puerta de los fiordos y, por tanto, es una gran forma de comenzar a intuir lo que Noruega puede ofrecer, pero sin moverte de las comodidades de la ciudad.

#6 La gente de Bergen

No sólo la lluvia nos recibió al bajarnos del barco, si no una gente amable, sonriente y con muchas ganas de practicar su escaso castellano. Un señor que nos invitaba a escudarnos de la lluvia en un trenecito turístico al sonoro y gracioso grito de "¡Es gratis!", los vendedores del mercado y, en definitiva, cualquier persona que nos cruzamos, tuvieron una sonrisa y nos ofrecieron algo de su tiempo. La primera sensación de los habitantes de Bergen fue más que positiva.

#7 Los seres mágicos de Bergen

Perdiéndote un poquito por los senderos del monte Fløien (#4), se encuentra, quien busca, pequeños carteles cargados de magia e ilusión, y una pizquita de burla, con los que desatar la imaginación de pequeños y mayores. No insultes a la bruja, no asustes a los bebés dinosaurios, bruja cocinando o camino de trolls.... pequeños mensajes con los que sentirte de nuevo una niña, lanzarte a imaginar y pasear pensando en encontratr el siguiente mensaje que uno de estos seres mágicos haya escrito para ti.

No insultes a la bruja

Por favor, no asustes a los bebés dinosaurios

Peligro, bruja cocinando

#8 Håkonshallen

De nombre impronunciable, esta fortaleza con vistas al muelle cuenta con uno de los castillos más antiguos de toda Noruega. Un paseo muy bonito y relajado entre edificios de roca, perfecto para un último paseo antes de abandonar la ciudad.

#9 Bergen a vista de pájaro desde el Monte Ulriken

Si eres un amante de las panorámicas y todavía quieres más tras visitar el monte Fløien (#4), el monte Ulriken, el punto más alto de la ciudad de Bergen, es tu opción. Por unos 30 euros puedes ascender hasta su cima en teleférico y disfrutar de una vista de 360º. Tienes toda la información aquí.

#10 Ciudad habitable

Quien me conoce sabe que me gustan lo que yo llamo "las ciudades habitables", es decir, allí donde a mí no me importaría vivir durante un tiempo: ciudades vivas, tranquilas, bonitas y espaciosas. Y sí, Bergen es una ciudad más que habitable (aunque, quizás, visitándola en invierno cambiaría de opinión...)

¿Te lanzas a visitar Bergen?