- Y tú ¿qué?
Me dice un amigo después de enseñarme su casa nueva. Y tú ¿qué? Me dice una amiga con sus dos niñas revoloteando y cantando. Y tú ¿qué? Me dice otra amiga que vive sola, tiene trabajo fijo y sabe que quiere tener niños. Y yo ¿qué? No hay acritud, son buenos amigos, hay curiosidad, interés y ganas de saber más. Nos estamos poniendo al día después de años sin vernos y yo, la última vez que nos vimos, tenía las ideas muy claras y más de un viaje planeado al mismo tiempo. En ese momento ellos no tenían casas, ni niños y se quejaban de su trabajo fijo.
- Yo no sé.
Les digo sincera. Abierta. He visto tres casas nuevas en un fin de semana. Tengo treinta y cuatro años y todo (me) habla de ser más estable.
Vienen las dudas. Los huecos.
Todo estaba bien hasta ahora. Pero hace unos meses que me siento perdida. Para qué mentir a gente que sé que me quiere. A la que quiero. Mi vida tenía un sentido, una estabilidad mental y una ilusión. Seguir conociendo el mundo, viajando y no preocuparme de mucho más, convencida de que lo que estuviese por llegar, llegaría. Ahora no. La pandemia (me) ha roto enlaces mentales que tenía muy estables: la espontaneidad de los viajes sin billete de vuelta, la ruta, el conocer gente, alojarme con ellos... La libertad. Saber que, en todo momento, podía ser dueña de mis decisiones. No voy a personalizar la pandemia, sé que a todos nos ha movido ideas fundamentales. A mí no sólo me ha trastocado fronteras si no certezas.
Las dudas. Los miedos.
¿Estaré haciendo lo correcto?
Cada vez es más complicado ver a tu gente. Encontrarte en ellos. La pareja, los niños, el trabajo, sus planes... El individualismo al que nos lleva la responsabilidad de no poder juntarnos más. El individualismo del viaje, del desapego, de la libertad.
¿Es eso lo que quiero?
Un mar de dudas, como este Mediterráneo que golpea de forma calmada y que vio como pasaba de estudiar en el pueblo a hacerlo en una ciudad. La vida y sus etapas. Sentir que estoy en una etapa equivocada. Y, sin embargo, no querer estar en la etapa que socialmente me toca. Porque sé que no me hace bien, que no es para mí. Porque para mí la estabilidad está en lo emocional. Y la estabilidad no está en quedarme quieta...si no en ver, descubrir, conocer, sorprenderme...
Y entonces, cómo no, se me hace imposible responder a una pregunta tan sencilla como Y tú ¿qué?
Pues yo bien. Perdida, sin mapa, buscando algo que todavía no sé qué es.
Hola Patricia :).En primer lugar, darte la enhorabuena por tu blog. Actuálmente,en este camino personal creo que las señales las va creando uno consciente e incoscientemente al plantar semillas de lo que quiere materialzar y creo que por eso encontré tu web. Soy otra navarrica de 30 años y desde hace 3 aprox mi vida dió un giro, me di cuenta que no estaba llevando la vida para la que había venido y necesitaba sanarme de muchos miedos, duelos etc que habían impactado en mi vida. Tomé los pequeños viajes en solitario que empecé ha hacer como una huida y desconexión conmigo misma, para reafirmarme en que existen muchas otras formas de vivir; sin embargo, como bien has dicho en tu blog, lo importante es trazar un plan y trabajar esos miedos, para que el camino sea de crecimiento y no de huida. Siempre va ha haber miedos, se van unos y aparecen otros; sin embargo la diferencia con tratar de trabajarlos creo que es que vas notando que éstos no te controlan a ti. Hay una parte que al leerla me ha resonado mucho y que creo que muchos viajeros comparten.En esta sociedad existe el programa de tener un objetivo laboral o una meta, sin embargo,la meta del viajero es el propio camino y el enriquecimiento que supone compartirlo con otras personas y crecer a través de ellas. La estabilidad emocional es tan importante para poder atraer lo que queremos,creo que es el mejor arma y para mi lo más valioso no es el tiempo, sino la paz mental. Respecto a la frase : ¨ Sentir que estoy en una etapa equivocada. Y, sin embargo, no querer estar en la etapa que socialmente me toca ¨. creo que por mucho que el entorno sea respetuoso y lo apoye constantemente se puede tener esa sensación de ir a contracorriente y se necesita el apoyo o feedback de personas que lo estén viviendo y con las que puedas abrirte desde el sentimiento y empatía que otorga la experiencia. Después de toda esta biblia en verso me despido diciendo que mi plan para este año es ahorrar al máximo, hacer el Camino de Santiago y después un Proyecto de Voluntariado Europeo. No se si saldrá todo, porque con esta Pandemia todo está cogido por pinzas. Espero de corazón que encuentres la paz para poder decidir que hacer en ésta etapa; estoy segura que la inteligencia emocional la tienes mas que entrenada y que has desarrollado la fortaleza necesaria como para ser luz de tu propio camino. Si vienes a Navarra o tenemos la suerte de encontrarnos en algún punto, me encantaría mantener una charla.
Un saludo y abrazo : Nerea
Hola,soy de rosario Argentina,tengo 27 años y te leo y me encuentro..realmente no se para donde salir corriendo,el mundo ahí afuera llama tanto la atención,que me estoy perdiendo ,pero me da tanto miedo Y por momentos pienso que quiero escaparme,no se ni por donde empezar.No,tengo plata,ni idiomas,ni estudios universitarios,nisiquiera pasaporte Ni se por donde empezar .Pero cada día todo se hace más pesado,el mismo aire ahoga
Hola Magali!
Creo que lo importante es no intentar huir o correr, si no hacerse un análisis introspectivo sobre qué no está funcionando en este momento, por qué y empezar a cambiar las cosas. Quizás lo primero es ver qué te gustaría estar haciendo, cómo y ver qué acciones puedes tomar para ir en ese sentido. Buscar un trabajo que te guste más, ahorrar algo y gestionar el pasaporte... así, por empezar con algo. 😀 Un abrazo!
Toma ya una decisión respecto a la "normalidad" social que te "exigen" tus conocidos. Has vivido mucho, y puedes normalizar tu vida y entrar en el engranaje socioeconómico de las sociedades capitalistas. No sería una derrota porque ya has desafiado este sistema mucho tiempo. O puedes mandar a la mierda a esa gente bienpensante e irrespetuosa que considera que los demás deben hacer lo mismo que ellos.
Hola! Tu comentario me ha hecho sonreír! La verdad es que tengo la suerte de que la gente que me rodea, mis conocidos al menos, no me exige nada y me acepta como soy. Simplemente, a veces, la inercia y el sentirse "rodeada" de lo más "normal" hace que ir contracorriente no sea siempre fácil. Seguiré desafiando la normalidad, pero no por inercia o llevar la contraria, si no porque creo que todos somos tan únicos y diferentes que a veces la normalidad se me hace incomprensible. Un abrazo!
En mi opinión es mejor estar perdida que sentirse atrapada en lo que "socialmente toca". Hay gente que por inercia se casa, tiene hijos, hipoteca, etc... y en el fondo acaba dándose cuenta de que lo que quiere es viajar o dedicarse a sus inquietudes. En ese caso la vuelta atrás es más complicada. Pero en realidad no hay un camino bueno, sino muchos correctos, tantos como personas...
Estoy de acuerdo, María. No hay caminos buenos o malos, simplemente el que mejor se adecúa a cada persona. Además, siempre digo, que los trenes no sólo pasan una vez sino que continúan pasando cada cierto tiempo. Un abrazo!
Estabilidad Emocional!!!! Claro que sí !! Yo tambien creo que es así y es el puntapié para encontrar las demás " estabilidades"que cada uno quiere en su vida. Gracias por tus comentarios.Paula Alvarez desde Argentina
Eso es, Paula. Creo que "estabilidad emocional" es a lo que todo el mundo debería aspirar. Pero ¡qué difícil en estos tiempos! Un abrazo hasta Argentina!