Pasaré parte del 2016 en Sudamérica. Sí, ya está. Ya lo he dicho. Ya he comprado el billete. Ya es real. Por fin. Comienza la aventura. Comienzan los nervios, las decisiones y los preparativos. Comienzan las dudas. El 22 de enero, vuelo desde Bilbao a Río de Janeiro y tengo muchíiiiisimas ganas. Ahora, Brasil me espera.

El día 22 de enero se encuentra a menos de 2 semanas de hoy. Y yo con estos pelos. Porque, para variar, no tengo nada preparado. NADA.

No sé qué responder cuando mis amigas, ya sin sorpresas por mi nueva decisión, me preguntan cuáles son los países que visitaré en este viaje. Tampoco sé responderles cuánto tiempo estaré. Vuelvo a marcharme sin billete de vuelta, porque descubrí que me gusta viajar así y no quiero ir  a contrarreloj. Porque quiero ser libre de volverme si me canso o alargarlo si disfruto. Aunque admito desde ya, que hay eventos importantes en octubre y un plan muy interesante para noviembre, por lo que calculo que a esas alturas, estaré ya pisando suelo navarro.

ELEGIR UN PRIMER DESTINO EN SUDAMÉRICA

Volví de Asia con muchas ganas de viajar a Sudamérica, para disgusto de quienes me quieren bien, que esperaban que tras ese viaje de 7 meses por el sudeste asiático volviese con ganas de sentar el culo por un tiempo. Volví enamorada de Asia pero en muchas ocasiones eché de menos poder comunicarme de forma más extensa con la gente local. Porque una cosa es poder entenderte y otra muy diferente es hablar con ellos y profundizar en su cultura.

Que Sudamérica era mi siguiente gran viaje estaba bastante claro, sin embargo, no tenía grandes preferencias respecto al país, y a todo aquel que me preguntaba sobre mi próximo destino le afirmaba que decidiría el primer país de Sudamérica por una cuestión de dinero.

BUSCANDO UN VUELO BARATO A SUDAMÉRICA

Todos los países de Sudamérica me interesan muchísimo, nunca he estado allá y el precio del billete puede variar mucho de un país a otro, por lo que mi destino lo elegirían los precios. Quizás suena poco romántico o poco pasional, pero a mí me resultó gracioso. Soy muy fan de un buscador de vuelos que te ofrece la posibilidad de buscar vuelos sin un destino prefijado y así lo hice. Escribí España, dejé sin escribir la casilla Introduce país, ciudad o aeropuerto  y marqué soy flexible en el mes de enero de 2016.

Sorprendentemente, y sin espacio a las dudas, el vuelo más barato salió a Brasil.

PRIMERA PARADA: RÍO DE JANEIRO, BRASIL

Seré sincera y diré que el vuelo que he comprado no fue el más barato. Surgieron los miedos, las dudas y decidí ser prudente. El primer billete salía de Madrid, hacía una escala de 18 horas en Casablanca y llegaba a Sao Paulo a las 20:15. Nada de eso me gustaba. El ahorro, de escasos 40 euros en el billete, lo gastaría en pasar la noche en Casablanca, cenar y desayunar, y, una vez en Brasil, tomar un taxi hasta el hostal elegido. Y llegar a esas horas a Sao Paulo no me gustaba nada. Buscando un poquito más, encontré un vuelo desde Bilbao, que me ahorraba unos 15 euros en el billete de desplazamiento al aeropuerto, con una bonita parada durante el día en Frankfurt (una de las pocas ciudades alemanas que no conozco) y con una llegada a las 7 de la mañana a Río de Janeiro. Una hora perfecta para comenzar un viaje.

UN 2016 EN SUDAMÉRICA ¿SOLA?

La pregunta más común al informar del nuevo destino fue la misma de siempre

pero ¿te vas sola?

Hubo quien me intentó convencer de que era posible encontrar otras personas que también quisieran pasar 2016 en Sudamérica, otras que se echaron las manos a la cabeza y otras que gritaron mirando al cielo (sí, esta última volvió a ser mi abuela, que no entiende que tenga esa obsesión con moverme por el mundo). Pero también hubo gente que no se sorprendió e incluso hubo quien aplaudió la idea.

Pero sí que hay algo diferente esta vez. En esta ocasión viajo sola por decisión propia.

Como ya sabe quien lee este blog, la primera vez viajé sola a mi pesar, ya que nadie se animó al "planazo" que suponía Dejarlo Todo e Irse a recorrer mundo. Tenía miedos y muchas dudas y hubiese preferido mil veces más irme acompañada. Sin embargo, en esta ocasión, tengo muchas ganas de hacer este viaje en solitario. Pese a que surgió la posibilidad de hacerlo bien acompañada, decidí no hacerlo, continuar mi camino como viajera solitaria y ver qué pasa.

Porque soy de las que cree que cada cosa tiene su momento, y este viaje es el mío, y he decidido que el 2016 en Sudamérica será así. En solitario.